Capítulo 31

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Eira.

Era hoy.

Llegó el día.

Papá dijo que estaba de acuerdo y no me puedo enojar con él ya que con Quiles nunca se sabe y peor aún que mamá vive con él y es igual o peor que Quiles.

No quería que se vaya.

No quería estar incomunicada con él.

No quería que me llegara una noticia que él ya no estuviera acá.

Su caricia en mi abdomen hizo que sonriera tristemente. Extrañaría esas caricias cuando él dormía detrás de mí abrazándome.

Quiero ir en su lugar.

-Buenos días pulga. - me dió un beso en mi hombro desnudo. No contesté simplemente me hice la dormida y me acerqué más a él. - Linda, sé que estás despiertas. Tu respiración te delata.

-No quiero despertar.

No dijo nada. Me volteó y pude ver esos ojos marrones oscuros que me enamoraron. Sus lunares en su rostro le hacían lucir muy atractivo, más de lo que es y su sonrisa adormilada me coqueteó.

¿Hay alguien más guapo que él?

-Dime qué sucede. - me susurró dándome un pequeño beso en la frente.

Pasé mi pierna por su cintura y no tardó en acariciarlo con amor y acariciar mi cabello con la otra mano que se encontraba debajo de mi cabeza.

Amo que sea cariñoso.

-Tengo miedo. - susurré.

-Estaré bien, trataré de mandarte carta aunque sea una vez a la semana. Le diré a Rush que alguien de los duendecillos lo lleven. Te lo prometo.

-¿Y si no te dejan?

Su respuesta tardó en aparecer.

-No te preocupes, aunque no sepas nada de mí yo estaré bien.

-Te amo. - besé su pecho desnudo.

Alcé la vista y pude ver una sonrisa enamorada y sus mejillas sonrojadas. Que lindo se vee.

-Amo mucho que me digas te amo.

-Y yo amo mucho que me ames.

-Ya.

Rodeé los ojos divertida y él me sonrió coqueto.

Me puse encima de él y me miró como él solamente sabe hacerlo. Su mano sacó algunos mechones de mi cabello y me sonrió con amor. Lo amo mucho.

Le besé y sus manos fueron a mi cintura, pasó a mis caderas y me hizo frotarme en él. Su erección ni tardó en hacerse presente.

Estando sin ropa es mucho más satisfactorio sentir todo su pene en mi centro. Ayer hicimos el amor por segunda vez y hoy pienso follar.

-¿A qué hora te tomaste el tónico?

-A las tres de la mañana.

Me detuve con los movimientos que hacía darnos placer haciendo que él suelte un quejido. ¿Tan tarde lo hemos hecho?

-¿A las tres? ¿No eran las once?

-Bonita, te habías dormido a las ocho y te levantaste calenturienta, no es mi culpa que tus hormonas estuvieran presentes a las tres de la mañana.

-¿Y tú qué hacías despierto?

-Estaba pensando en qué será de mí sin ti.

-Estaremos bien. - me senté en su regazo. - Haremos que esto funcione.

OK: ESTÁ BIEN [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora