Capítulo 13

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Eira.

Habíamos cabalgado por 45 minutos hasta llegar a una casa con techo de ladrillo con las paredes blancas y unas pequeñas rejas de madera al inicio de la casa y con un espacio para la pequeña escalera, en la entrada colgaba un maceto de flores moradas y hojas largas saliendo un poco del maceto.

Hasley de lo que estaba en la puerta se acercó hacia nosotros un poco, Haslam se adelantó y llegó primero para bajarse de su yegua para correr a darle un abrazo a su hermana para luego alzarla.

Hasley era muy diferente a Haslam para ser hermanos, ella tenía una cabellera mediana de color marrón claro y ojos claros es un poco más baja que yo, me di cuenta ya que Hasley le queda un poco menos del pecho y yo le llego un poco más arriba del pecho de Haslam. Hasley era trigueña con una nariz recta y pequeña, por la sonrisa que tenía en los labios pude comprobar que tenía hoyuelos.

Seguían abrazados luego separaron para que Haslam le dé un beso en la frente, cuando yo llegué Haslam me presentó con ella.

-Hasley ella es la princesa Eira, Eira mi hermana Hasley.

-Ella es la princesa que tanto me hablas. - le sonrió a Haslam y yo fruncí las cejas pero tenía una sonrisa en los labios.

-Y es por eso que no te quiero contar nada. ¿Te ayudo? - se giró hacia mi dirección.

-Sí, por favor.

-Vale, primero pon las dos piernas en un mismo lado.

Le sonreí y eso fue suficiente para que él se voltee.

Puse mi pierna izquierdo al otro lado dejando mis piernas en un mismo lado.

-Vale, ya puedes voltearte.

Él se volteó y puso su manos en mi cintura y yo puse las mías en sus hombros.

-Venga, uno, dos y tres.

Me alzó y me dejó en el suelo.

-Gracias. - nos sonreímos.

Hasley carraspeó.

-Bueno... - Haslam se puso a mi costado. - Mucho gusto Eira es un placer conocerte. - estiró su mano.

-Igualmente Hasley, Haslam me habló también de ti. - le sonreí y estreché mi mano con la suya.

-Bueno, vamos a saludar a mi padre. - habló Haslam.

-Papá hizo un guisado delicioso, para chuparse los dedos, les gustará van a ver. - ella se echó a correr en dirección hacia la casa.

-Es agradable. - me giré para estar frente a frente con Haslam.

-Tranquila ya la conocerás y créeme no será agradable.

-¿Cuál es la razón para que los hermanos hablen mal de sus hermanos?

-¡Oye! tú también hablas mal de Eider así que no te hagas.

-¿Yo? ¿Qué hablas? Yo soy un pan de Dios, otra cosa es que me veas con otros ojos.

-Ya.

-Empiezo a creer que ese "ya" - hice las comillas con mis dedos. - es porque no me crees.

-Y tienes toda la razón. Venga vamos adentro. - Me agarró de la mano para empezar a caminar.

-Ves, siempre tengo la razón.

-Ya. - pude sentir como volteaba los ojos y sacaba una pequeña sonrisa.

-Deja de decirme ya.

-Ya.

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