OK: ESTÁ BIEN [BORRADOR]

Capítulo 4

-Un placer conocerla por fin princesa Eira de Brusley - habló con una voz extremadamente grave y fría, hasta dio miedo y eso que yo no le tengo miedo a casi nada.

-El placer es mío - dije tratando de controlar mi voz.

Era el hombre más hermoso, atractivo, serio y extremadamente guapo que ví en mi vida.

Dios ¿Qué hice para entrenar con semejante bombón?

Me dí un golpe mentalmente. ¿En qué estoy pensando? Sentrate Eira.

-Bueno, los dejo solos para que se conozcan.

Sin decir nada más mi padre salió.

Vale... ¿Cómo se inicia conversación cuándo recién conoces a alguien?

No conozco a mucha gente o bueno mi método de socializar es cuando Andri me acompaña a cualquier parte y socilizamos con gente extraña no así. Hubiera traído a Andri JAJAJA (no es risa es llanto me estoy muriendo).

-Así que... ¿Eider te dijo que llegarás impuntual? - dijo pero esta vez su voz ya no estaba extremadamente grave, ahora era más... ¿normal?

-Sí, sí, sí, su culpa es, no la mía, yo soy una persona puntual y no da mala impresión, él es todo lo contrario - dije tratando de rescatar mi poca imagen que queda.

Aunque creo que ya lo malogré, mantenme.

-Lo sé... Veo que en todos estos años no cambió nada - dijo tratando de disimular una pequeña sonrisa.

Señor ¿Usted no era serio?

-¿Hace cuánto que se conocen?

Me miró de reojo y sonrió con burla.

-Mucha antes que tú te formes en el vientre de tu madre.

-¿Me llegaste a conocer desde pequeña? Porque yo no me acuerdo que te conozco desde pequeña.

-Tú eras una pulga aún. Por eso no tienes ni un recuerdo conmigo.

-¿Y qué recuerdas sobre mi?

-Poco la verdad. - mentiroso.

¿Les dije que soy mala mintiendo pero descubriendo la verdad? Pues es cierto. Ese pata miente. Sus ojos inexpresivos y una sombra de sonrisa nostálgica me lo dijeron.

-¿Cuántos años tienes?

-25, la edad de Eider aunque soy más jóven que él ¿no te lo dijo?

Cierto.

-Ah verdad, si, si, si, si me lo dijo, me pasas por 4 años.

-Así que tienes 21.

-¿Por qué me dijiste pulga?

-Porque cuando eras una bebé parecías una pulga. Recuerdo que eras una bebé que lloraba, reía, comía, saltaba, gritaba mucho y eras muy muy torpe, tanto que tu hermano siempre te supervisaba para cuando te caías y él te ayuda a levantarte, bueno dejemos de lado eso... ¿Con qué quieres empezar primero? Antes que se acabe la hora, nos quedan... 1 hora, más o menos, creo.

-¿Por qué te fuiste? - solté la pregunta que estaba en la punta de mi lengua.

Sentía curiosidad porque por lo que me dijeron él y su familia se fueron de Brusley y regresaron solamente para que me enseñen lo que una vez me llamó la atención y quedé enganchada.

Aunque me arrepentí al instante porque al oír esa pregunta su cara de buena gente cambió a una sombría, tanto que sus ojos se oscurecieron más de lo que aparentaba.

-Eso no te incumbe - lo soltó bruscamente tanto que me dolió que me hablará así, se volteó y se fue hacia la mesa que había en una esquina del establo.

-Vale, mal tema, entendí... Por cierto ¿Cuánto mides? - lo miré de arriba abajo, sí que era alto, bastante alto.

Él sin girarse habló.

-¿Ves esa caja de madera que está en esa punta al lado izquierdo? Agarra cualquiera que quieras. - Dijo ignorando la pregunta.

No quise insistir e hice lo que me dijo.

Voy hacia aquella caja de madera, la abro y veo muchas, pero muchas armas entre ellas agarro la que más me gusta y cierro. Voy hacia su lado y le hago ver el objeto que agarré.

-Así que... ¿Eres muy aventada, ah?

-¿Qué te puedo decir? - sonreí y él se río.

-Venga pulga, vamos a empezar, colocate ahí en el centro.

Caminé en dirección hacia el centro pero me detuve cuando el habló.

-Por cierto, mido 1,98 metros, pulga - sonrió y le devolví la sonrisa.

Así de altos me gustan.