Capítulo 37: El collar

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Canción: Bruno Mars & Lady Gaga- Die With A Smile

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Olivia

No pude evitar mirar al chico mientras manejaba, podría decir que era coreano, la verdad tenía toda la pinta de serlo.

—¿Quién eres en la vida de Andrea? —casi mordí mi labio al escuchar el tono celoso que había utilizado.

—Mi nombre es Jun y soy el guardaespaldas personal de Andrea —respondió con una sonrisa sin quitar la vista del frente.

—¿Puedo saber cómo se conocieron?

—Nos conocimos en Corea del Sur, Andrea buscaba agencias de guardaespaldas —nos detuvimos en un semáforo—. Le gusté y bueno me convertí en su guardaespaldas.

—Andrea tiene un corazón de oro —musité mientras miraba su celular en mis manos.

—Lo sé. Es bueno poder conocerte —volví a ver a Jun y vi la sonrisa que me estaba dando.

—Gracias —susurré—. ¿Me podrías llevar con Andrea, por favor?

...
Presbyterian Hospital, New York

Al entrar me acerqué a la recepción, la señorita con un tono amable me prohibió seguir por no ser familia.

—¿Y ahora que hacemos? —escuché a Jun.

—Llamaré a Enzo —busqué el número.

Unos segundos después Andrea apareció con semblante serio, me acerqué a ella y le tendí su celular.

—¿No deberías estar en el dormitorio? Es tarde... ¿Jun porque no la dejaste en la universidad? 

No me gustaba nada cuando se ponía así.

—¿Podemos hablar en privado? —me alejé un poco—. Primero, quiero estar aquí apoyándote y segundo a mi no me hablas así yo no soy ninguno de tus empleados —terminé de decirle mientras golpeaba su pecho con mi dedo.

Andrea me jaló hacia ella y no me dio tiempo a reaccionar. El abrazo que me estaba dando se sentía tan familiar.

—Lo siento —escuché muy cerca de mi oreja derecha, la abracé devuelta y dejé suaves caricias en su espalda.

—Andrea —ambas nos separamos y vimos al padre de Candice frente a nosotras—. Candice ya despertó y no quiere verme.

—Iré a hablar con ella —musitó Andrea para luego mirarme—. ¿Quieres entrar conmigo? 

Negué y le di una sonrisa.

—Es mejor que entres sola, me quedaré aquí esperando.

Ella asintió y observé como se marchaba.

Noche Estrellada: La estrella más solitariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora