Narra Anne.Pasaron semanas, yo y Sasha nos hicimos buenas amigas. Su dulce sonrisa me enloquece, disfruto acariciar su pelo suave y sedoso, sus risas contagiosas me hacen reír de más, cuando sus lindos ojos azules posan en los míos me vuelve loca. Todo de ella me hace sentir mariposas en el estómago. Pero lo que me hace mal de todo lo que pasó estos últimos días, es que Marcy se estuvo distanciando de mí. En serio amo todo lo que estamos pasando con Sashy, pero no puedo disfrutar nada sin estar de la mano con mi querida, y única, mejor amiga.
No soporto la idea de que ella y yo estemos separadas. Trate de todas formas que trate de no evitarme, pero siempre lo hace... Después de lo ocurrido me siento una completa estúpida. ¿Cómo fuí tan mierda para no darme cuenta de que le gustaba? Y encima acostarme con ella pensando que era otra persona en plena ebriedad. Soy una tonta.
Son las 6 de la mañana y estuve toda la madrugada despierta, después de todo es sábado. Estaba acostada, llorando mientras escuchaba baladas tristes de Twice. Hasta que el tono de llamada de mi celular empezó a sonar, interrumpiendo la canción "Rewind" del grupo femenino. Atendí rápidamente al ver quién me estaba llamando.
-¿Hola, Marcy?-
-"¿Anne? Hola..."- Casi me da un paro al escuchar la voz de mi mejor amiga. La que no me habló por un mes y medio, y todo por mi culpa.
-¡Marcy!..- Las lágrimas me empezaron a salir, podrían llamarme exagerada, pero yo tenía una grave dependencia emocional con la pelinegra. No podía vivir sin escuchar todos los días datos curiosos de animales tiernos que me contaba Marceline.
-"Lo siento mucho, lo siento por todo."- El llanto de la asiática no se tardó en escuchar, también chille al mismo momento.
-¡Claro que no! ¡Perdóname a mí por ser una basura esa noche! Fuí una estúpida, Mar-mar.-
Y así estuvimos por dos horas completas, pidiéndonos perdón hasta arreglar las cosas. Me dijo que vaya a su casa y eso hice, no vivimos cerca, pero eso pareció al llegar 3 minutos después a su hogar, me dolían los pies pero valió la pena.
Ella estaba esperando sentada en la esquina de la calle, apenas la ví corrí hacía ella, abrazándola con fuerza. Mis ojos se inundaron de lágrimas saladas, y los de ella también.
-Te extrañé demasiado, Anna-banana.- Me separó para verme a la cara, mientras yo estaba en puro llanto.
-Yo más, tonta.- Le respondí. Agarre una parte de su blusa y me soné los mocos, escuché a ella quejándose y empujándome mientras me reía.
Entré a su casa y nos quedamos todo el día viendo películas mientras comíamos toda clases de cosas que encontrábamos en su cocina, hasta que mis papás me llamaron para que regrese a casa. Me despedí de ella con un abrazo y un bonito "Estúpida".
Apenas llegué, mi madre se lanzó arriba mío. Estaba colocandose un collar de perlas, que raro. Siempre lo usa en reuniones de trabajo importantes.
-¡Anne, ve a vestirte! Llegará el jefe de tu padre y su hija. Ella se mudará en éste vecindario la semana que viene, tienen que estar bien recibidos.-
-¿Qué? ¿No me puedo quedar en mi cuarto?-
-Claro que no.- Mi mamá estaba bien vestida, con un vestido formal negro, parecido a de oficina.-Vé, que se hace tarde. Te compré la ropa, la dejé en tu cama.-
Asentí con la cabeza y le dí un beso en la mejilla a mi madre, mientras le daba las gracias por la ropa. Subí rápido a mi cuarto y entre directamente al baño, encerrandome en éste. Solamente quería dormir hasta el año que viene, pero veo que eso no se podrá.
Me saqué las prendas dejándolas en el cesto de ropa sucia, y me metí en la ducha, el agua ya estaba caliente cuando me adentré. Sonreí y suspire pesadamente cuando sentí la lluvia artificial chocar con mi espalda.
Al terminar la ducha me percaté que tardé un poco, lo que hizo que me alterara, mi madre me regañaría con su mirada espeluznante. Pero me alteró más notar que me olvidé las toallas con las que me secaría. Así que tenía que salir del baño para buscarlas en el armario... Ugh, que fastidio.
Abrí la puerta completamente y dí un gritito al ver a la mismísima Sasha sentada en mi cama, con su mirada puesta en su celular. La rubia me vió y noté que se sonrojó mucho, quedándose roja. Cerré la puerta al instante al darme cuenta del asunto, dando un portazo que se escuchó de aquí hasta China.
-¿Anne?-
Escuché los pasos de Sasha acercandose al baño, y yo me estaba por desmayar.
-S-Sasha, ¿me p-puedes pasar las toallas b-blancas de mi a-armario? Y-y la caja con ropa que está a-arriba de la cama, s-si puedes.- Estaba que me moría, hasta temblaba. ¡Que vergüenza!
-Claro... Espera.- Ahora los pasos se escuchaban alejandose, mi respiración se regulaba.
Tocó la puerta y le abrí un poco para agarrar las cosas, me las dió y le agradecí con un pequeño "Gracias".
Me sequé. Abrí la caja y contenía un vestido verde mate, con un liston en la cintura y nudos en las hombreras, y también había una vincha a juego. Me vestí y no me veía tan mal.
Salí del baño con timidez. Sasha seguía ahí, sentada en mi cama, pero con su mirada puesta en mí. Me daba escalofríos ver sus ojos examinarme centímetro a centímetro. Aunque la verdad, se veía malditamente sexy.
-Hola...- Dije sin más.
-Oh. Hola.- Sus ojos ahora estaban en los míos, y me sonrió. Dios mío...
Creo que nunca me acostumbraré a que su sonrisa me de cinco paros cardiacos internos al mismo tiempo.
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Holee, ¿Cómo están?
Gracias por leer, no se olviden de votar. Nos vemosss. <3
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Sonrisa acaramelada - Sashanne
RomanceAnne es una estudiante de secundaria completamente normal. Calificaciones variables, buena conducta y responsable cuando quiere. Es extrovertida y divertida, con muchos amigos de su mano, y unas que otras personas atrás suyo buscando su atención. Su...