Llegaste a mi vida-Emma Myers x Tn

2-No puedo despegar mis ojos de ti

Tn estaba junto a Max y Emma jugando al Uno. Un juego simple, entretenido y muy divertido que puede llegar a ocasionar peleas entre amigos gracias a la maravillosa carta +4. Emma estaba con bastantes cartas en sus manos, todavía podía remontar.

―Venga Tn, tu turno―dijo Max mirando a este con la mirada tranquila puesta en su mano.

―+4―dijo echando la carta sobre el pequeño montón.

―¡Menuda partida llevas primita!―comentó este echándose a reír.

Emma se quedó con cara de sorpresa y boca abierta.

―¡Ya es el quinto +4 que me tiras está noche!―dijo molesta mientras tomaba otras cuarto cartas del montón.

―No es mi culpa que seas mala jugando―contestó este.

―¡Perdona pero soy mejor que tú!―replicó Emma molesta y ordenando sus cartas.

―El marcador no dice eso―señaló el papelito donde tenían apuntado los puntos y las victorias de cada uno de ellos.

―¡Idiota!―viendo la tensión, Max quiso poner paz de por medio.

―Es solamente un juego prima, no nos pongamos así.

Terminó la partida con victoria para Tn y Max lamentó ya que solamente le quedaba una carta azul de 2 para haber podido ganar la partida.

―Voy a por algo de bebida―dijo mientras se levantaba―¿quieres algo?―preguntó a Tn.

―No

―¿Y tú prima?

―Estoy bien.

Cuando se marchó, Tn ordenaba las cartas para volver a seguir jugando un rato más así que las barajaba muy bien. Emma aún estaba enfadada por la partida, realmente era muy competitiva para esa clase de cosas.

―Espero que en está partida no me tires de nuevo tantas cartas―comentó mientras se acomodaba.

―Es un juego de mesa, no hace falta tener una actitud tan infantil―de nuevo ese tono y esos ojos tan relajados.

―¿Actitud infantil?, ¿yo?

―Sí, y de nuevo lo estás teniendo, por favor...es el Uno.

Ella fue a decir algo cuando Max regresó.

―Venga Tn, reparte, quiero la revancha―comentó ya con más energías y listo para jugar.

Este repartió todas las cartas y la partida dio inicio. Todos miraban sus cartas como si se jugasen dinero. Emma estaba conteniendo la sonrisa, le habían tocado una buena mano y si todo iba bien ganaría. Poco a poco se fue desarrollando la partida. Emma a veces robaba pero enseguida la tiraba y así poco a poco iba sucediendo las cosas.

―Ha tirado todas menos una―pensó Emma en derrotar a Tn.

Todos tenían una carta, robaban y tiraban, así sucesivamente, ni hecho aposta. Max tiró una amarilla y Emma esbozó una pequeña sonrisa ya que ella tenía un +4. En cuanto fuera su turno ganaría la partida. Además de que Tn no tenía amarilla, eso pensaba ella. La carta de Max era una de cambio de color así que ahora todo dependía de que Tn terminase su turno.

―Se acabó―ante la cara sorprendente de ambos contrincantes, su carta también era la de cambio de color. Lo hizo a rojo, el color que no solía tener Emma y tantos problemas le había dado durante aquella noche.

―¡NOOOOOO!―gritó la chica tirando la carta y maldiciendo―¡estaba tan cerca de ganar!.

―Pero no has ganado―replicó este―bueno, debo irme―miró su reloj.