Antes de comenzar, debo advertirles a todos que habrá un momento duro en este capítulo. Y les digo esto porque todos ustedes llegaron hasta acá en la historia y, tanto a mí como a la autora, nos importan sus opiniones. Si creen que será demasiado para leer, pueden omitir este capítulo y esperar el siguiente.
El Monte Paoz seguía tan pacífico como siempre. Con sus montañas altas y rocosas, el río tranquilo y fluyendo, las colinas empinadas, la exuberante vegetación, sus hermosos campos y la abundante vida silvestre que aún permanece intacta, la región mantuvo su belleza natural. Pero esa paz y tranquilidad que sentía desde hacía algún tiempo...pronto se rompió cuando se escuchó un par de pies acercándose. Se reveló que no era otro que Gokú, y parecía haber visto días mejores. El Saiyajin todavía estaba vestido con la misma ropa de la fiesta de reunión, excepto que faltaban el saco azul y la corbata naranja que alguna vez usó. Su camisa estaba desabrochada y toda arrugada, así como sus pantalones. Sus zapatos, una vez lustrados, ahora estaban realmente sucios y cubiertos de barro. Para colmo, tenía la cara hinchada y los ojos enrojecidos, después de haber estado llorando histéricamente durante bastante tiempo.
Poco después de dejar atrás a sus amigos y familiares, comenzó a vagar por diferentes zonas con total desesperanza hasta que finalmente se encontró de nuevo en el Monte Paoz, con un solo destino en mente. Continuó caminando por el camino recto como un hombre sin vida, sin prestar atención a su entorno actual. Si no hubiera sido por el mal humor en el que se encontraba ahora, habría estado demasiado emocionado por regresar aquí después de todo este tiempo, e inmediatamente habría participado en algunas de sus actividades favoritas aquí. Pero no esta vez. No después de perder al amor de su vida y arruinar sus posibilidades de ganar la custodia de Goten.
Su largo viaje llegó a su fin cuando se detuvo justo frente a una pequeña casa. Una vieja choza, para ser exactos. Era la casa de su difunto abuelo Son Gohan. Nunca hubiera imaginado que volvería aquí después de todos estos años. Después de la muerte de su abuelo, solía vivir ahí solo hasta que conoció a Bulma por primera vez y se aventuró por el mundo, regresando solo brevemente para recuperar algunas provisiones antes de dirigirse a la Kame House para entrenar con el Maestro Roshi. No había vuelto desde entonces. Hasta ahora, por supuesto. Continuó mirando la cabaña abandonada con tristeza, ignorando los ojos de las criaturas y formas que lo rodeaban.
La antigua cabaña del abuelo Gohan permaneció prácticamente intacta durante los años que no estuvo ocupada. Pero mientras un Gokú deprimido continuaba mirando la casa de su infancia, se dio cuenta de que las ventanas estaban demasiado polvorientas y que crecían raíces en las paredes exteriores.
Luego comenzó a sentir una abrumadora culpa cuando los recuerdos de la muerte de su abuelo, repentinamente, invadieron su mente. Cuando era niño, su abuelo siempre le había advertido que nunca mirara la luna llena y que siempre permaneciera dentro de casa durante las noches en las que apareciera. En ese entonces, nunca entendió realmente la razón de esto, pero siempre cumplió esa promesa hasta el día en que pasó al Otro Mundo. Su abuelo murió...por su culpa. Y continuó viviendo la vida sin saber la verdadera causa de su muerte. Eso fue, claro, hasta que luchó contra Vegeta convertido en Ozaru, y llegó a la dolorosa comprensión de que él...fue quien mató a su abuelo.
Apretó fuertemente los puños, arrepentido. Si tan solo hubiera escuchado a su abuelo ese día...si tan solo no hubiera elegido mirar la luna llena esa noche...el abuelo Gohan quizás todavía estaría vivo. Todo fue culpa suya, y ni siquiera pudo hacer nada para salvarlo. Estaba completamente solo con sus problemas, incluso peor que el día en que su esposa e hijos lo abandonaron.
Eso lo golpeó con fuerza. Un enorme nudo se formó en su garganta y sus ojos comenzaron a lagrimear una vez más, pero intentó con todas sus fuerzas resistir las ganas de llorar. Sucedió hace mucho tiempo, pero todavía le dolía sólo de pensarlo. Consideró irse de allí en el acto, pero al final decidió no hacerlo y, con un poco de vacilación, comenzó a caminar hacia la entrada principal de la casa de su infancia.
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Aprendiendo a Amar
FanfictionDespués de la derrota de Majin Bu, Gokú y Milk deciden separarse, lo que deja a la familia devastada. Todos intentan ayudar al Saiyajin, pero él se niega a hablar con sus amigos. Hasta que sucede un sorpresivo reencuentro con Suno, una vieja amiga d...