Aprendiendo a Amar

Capítulo XXVII

Gohan: "Un segundo...ese Ki...e-es...", dijo quedándose congelado en su lugar sin parpadear, cuando finalmente se dio cuenta de quién era.

Goten: "¡ES PAPÁ! ¡FINALMENTE MI PAPÁ ESTÁ AQUÍ! ¡MIREN!", exclamó señalando con entusiasmo el cielo brillante donde se vio a su padre volando hacia ellos a gran velocidad.

Su Ki se podía sentir claramente entre los ahora conmocionados Guerreros Z, quienes se giraron hacia la dirección que apuntaba Goten. A medida que el Saiyajin se acercaba al Templo Sagrado, se volvía más visible para todos. Las sonrisas estallaron entre todo el grupo porque todos sabían lo que esto significaba, que Gokú finalmente había logrado salir adelante de alguna manera. Fue un alivio para ellos, ya que logró deshacerse de cualquier pensamiento negativo que pudieran haber tenido durante todo el tiempo que tuvieron que esperar.

Krilin: "Amigo...", susurró con una sonrisa.

Vegeta: "¡Tch! Ya era hora de que ese payaso se apareciera..."

Yamcha: "Gracias a Kami...", dijo dejando escapar un suspiro de alivio al ver a su amigo.

Videl: "Gokú...has regresado sano y salvo...", dijo suspirando aliviada.

Los demás expresaron brevemente su alivio por esto y luego, por fin, ese familiar par de pies finalmente aterrizó en el Templo Sagrado. Gokú dejó escapar una bocanada de aire antes de ver a todos sus amigos y a sus dos hijos. Se dio cuenta de que todos estaban felices de verlo. Esa sonrisa familiar e ingenua que todos estaban acostumbrados a ver apareció en su rostro.

Gokú: "¡Hola amigos! ¿Cómo están? Espero no haberlos hecho esperar a todos...", dijo con una sonrisa descarada y levantando la mano para saludar. Su voz fuerte y alegre llenó la atmósfera de todo el Templo Sagrado.

Bulma: "¡Gokú!"

Gohan: "¡Papá, has vuelto!"

Goten: "¡Papá!"

Bulma y los chicos corrieron hacia el Saiyajin para abrazarlo, mientras los demás los seguían de cerca con el propósito de recibirlo. Goten incluso pasó corriendo junto a todos, saltando sobre la cabeza de su propio hermano y seguía corriendo, queriendo ser el primero en saludarlo. Pero a medida que se acercaban más y más a él, de repente...todos se echaron hacia atrás debido a un olor sorprendentemente horrible que emitía Gokú. Miradas de disgusto aparecieron en sus rostros, mientras se alejaban rápidamente. Los tres se taparon la nariz, ya que este repentino olor les resultaba sumamente repugnante. Muchas toses violentas surgieron de los Guerreros Z mientras retrocedían lo más lejos posible.

Gokú: "¿Ah...muchachos? ¿Pasa algo?", preguntó, inclinando su cabeza hacia atrás con curiosidad, completamente ajeno al por qué todos de repente lo estaban evitando.

Gohan: "¡Papá! ¡¿Q-Qué es ese olor?!", preguntó comenzando a toser, ya que apenas podía soportar este terrible olor.

Bulma: "¡Tienes que darte una ducha! ¡Y ahora mismo, Gokú! ¡Apestas!", ordenó escondiéndose entre la multitud para evitar a su apestoso amigo, pero no sirvió de mucho. Ella puso cara de asco, ya que no había forma de escapar de ese aroma. "Oh por el amor de Kami...que asco..."

Fue entonces cuando todos observaron más de cerca al Saiyajin. No solo estaba apestando el lugar. Estaba cubierto de tierra de pies a cabeza. Le faltaba la corbata y sus zapatos ahora estaban arruinados. Y por alguna razón, todavía estaba vestido con la ropa que había usado en la fiesta. Rápidamente quedó claro para todos que no se había molestado en ducharse en absoluto.