Rock My World

Officer | Pt2

(Tiin, tiin)

El sonido del teléfono, indicando una llamada, levantó de golpe a la rubia, que aún seguía enredada entre las sábanas a pesar del atardecer que se posaba sobre su ventana.

—¿Bueno?— Preguntó Dany tallandose los ojos con algo de molestia en su voz.

—Señorita oficial. Soy (...) La chica que fué a declarar hace 3 días.— indicaste.

La cara de la chica se iluminó de alguna manera. Ocultó su sonrisa y como si supieras su reacción, sonreiste divertida.

—Oh... Claro, te recuerdo.— el silencio que se formó después de esa contestación solo hizo que Dany se pusiera nerviosa, tratando de decir algo, cualquier cosa.

—No quiero presionarte ni mucho menos. No soy así. Solo quería... Llamar, por alguna razón.— te sinceraste con ella. Debías de admitir que esa rubia te pareció sumamente atractiva, aquel traje policiaco y su personalidad algo torpé te llamó de inmediato.

Tenías claras intenciones, definitivamente la conocías.

—Oh, ya veo. Lamento demasiado haber darte mi número...— Dany suspiró, y se corrigió de inmediato. —Es decir... No me arrepiento de habertelo dado... Es solo que, pude solo darte el número de la oficina y...—

—Esta bien, Dany.— cortaste sus palabras. Una sonrisa se había puesto sobre tu rostro. Ansiando su respuesta. La rubia tenía una genuina y tierna personalidad.

—¿Dany?— Respondió la mayor. —¿Cómo es que... Sabes mi nombre?— Dany se levantó de la cama, con una holgada camisa blanca y unos shorts azules y su pelo algo alborotado. Apunto de ponerse sus sandalias, pero se detuvo en seco. Aquel apodo la tomó por sorpresa.

—¿No me recuerdas? Estuvimos juntas en la escuela, solíamos ser buenas amigas, recuerdos que eras tan divertida y al parecer lo sigues siendo.— Reíste, era exactamente como la recordabas, solo que se había puesto más fuerte y había dejado de ser aquella asustadiza chica.

. . .

years before

—¿Qué, quieres tener problemas?— un estruendo se escuchó a lo lejos, sabías que se trataban de las mismo chicas, abusando de su fuerza contra otras, que asco.

Asomaste tu vista por el pasillo, viendo pequeños mechones castaños y unos lentes caer sobre el piso.

Una bola de adolescentes pateando sus piernas "ligeramente", mientras la víctima solo se cubría el rostro. Te quedaste atónita, la conocías.

¿Cómo no hacerlo? Era Daniela.

—¡Oigan, largense! ¡Déjenla en paz!—las chicas de pie solo la miraron y tras unos segundos procedieron a reírse. Como si fuera divertido.

—¿Que, acaso no me escucharon?— Fuiste de frente a una de ellas, te sorprendía que a pesar de ser un colegio solamente de chicas hubiera tal tipo de violencia. A tu corta edad tenías una percepción diferente.

—¿Uh, quien habla?— la chica notablemente más alta que tú, alzó la cabeza, pretendiendo no verte.

De un empujón hiciste que resbalara, cayó sobre sí y sus amigas corrieron hacia tí. De alguna manera lograste mantenerte y al cabo de unos segundos se fueron. Resignadas a pelear, pero dispuestas a volver.

—Dany, ¿Estás bien?— buscaste sus lentes derramados sobre el piso, cuando los tuviste en tus manos trataste de devolverselos. La chica apenas dijo una palabra, tenía la mirada baja y se notaba importancia en ella.

—Espero que no se hayan roto— Dijo tendiendo la mano para que ella misma los tomara. —Que más dan los lentes, ¿Estás bien tú?—

Hubo un silencio mientras la chica se los ponía, teniendo el suficiente tiempo de procesar la pregunta.

—¿Me... Puedes dar un abrazo?— No. No estaba bien.

Lo dijo con los ojos un poco llorosos. ¿Y como negarselo? Estaba ahí, con esos ojitos grandes, esas cejas ligeramente curvadas, sus labios frunciendo el ceño, tratando de no llorar. Con sus rodillas rojizas, era día de educación física y llevaba shorts. A puesto a que eso debió de doler.

—Gracias...—

. . .

—¡¿Eres de verdad tú?!—

—No hay dos como yo en el mundo, Dany.— ambas rieron, Dany casi gritando de emoción. Te había encontrado después de tanto tiempo.

—Como olvidar esos... ¡Oscuros tiempos!— Dijo, levantándose de la orilla de su cama de un salto.

—Y ahora, después de aquel día, pude ver que se hizo de tu vida.— Volviste a sonreír, contagiandole más energía a esa hiperactiva chica.

—Creo que te has dado cuenta que no seguí del todo mis sueños, ¿Verdad?— río algo apenada y triste a la vez.

—La música era tu vida, ¿Que sucedió?—

—Bueno, eso... Es un tanto difícil de explicar por aquí.—

"Entiendo..." —dijiste para tus adentros.

—¿Pero, que ha sido de la tuya entonces?—

—Pues, parece que nos invertimos. Soy maestra de violín, descubrí mi pasión por el Jazz hace algunos años y, desde ahí, doy clases de música.—

La mirada de Dany pareció brillar y oscurecerse al mismo tiempo. No podía creer que tocaras un instrumento, solías detestar practicar deportes o cualquier otra cosa que llevará mucho esfuerzo. Pero al parecer las personas cambian, y no de un día para otro. Aunque también sentía enorme felicidad. Sabía que ahora tenían algo en común.

—Por cierto, parece que las cosas están arregladas ahora, Oficial. Las cámaras de seguridad averiguaron quien era el protagonista del delito y lograron dar con mis cosas, afortunadamente las recuperé. Es una buena noticia, ¿No cree?—

Dany asintió al otro lado del teléfono. —Vaya, me alegro. Si es así llamaré a la oficina y avisaré por terminado el reporte. Gracias por avisarme.—

—Claro, no te preocupes por eso.—

—En disculpa por la demora ese día y por no haberte reconocido a pesar de haber tenido toda una larga historia juntas, ¿Te parece sí este Viernes sales a cenar conmigo?—

Salir a cenar... No parecía una mala idea, de hecho. Pero... Ahora que lo recordabas, tenían que hablar sobre su pasado. Algo que no se correspondió en su debido tiempo, algo que... Las hizo alejarse.

—Estoy libre. ¿Tu... Acaso te dieron el día hoy?—

—mmhm... ¡Cierto, tengo que cubrir a Iván!— No entendías quien era, pero seguro era uno de sus compañeros. Y, mirando la hora... Se le estaba haciendo tarde.

—Te veo el Viernes, apresúrate y no llegues tarde.—

—No te preocupes, estaré ahí en ambos.—

(Tiiin)

Daniela colgó el teléfono, posiblemente ya estaba corriendo.

Lo confirmaste... Ese sentimiento sigue ahí a pesar de todos esos años.

La sigues amando.

Asi es, habrá tercera parte, dándolo todo. 😜😜 bueno, muchas gracias por leer, poco a poco vamos creciendo. No se olviden que sí quieren que escriba sobre algo en específico o algo que les gustaría que pase, pueden dejarmelo en los coments o por dm.

¿Otro desamor, traumático, lésbico? Así es, nada nuevo en esta cuenta. 😜💋