Capítulo 20

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Después de alimentarse, Sebastián regresó.

-Ya terminaste?, eres bastante rápido, ¿qué comiste?.
-No creo que quieras saber algo así, me voy a mí cuarto-dijo y entró cerrando la puerta.

Sebastián estuvo toda la noche sentado al lado del cristal de su habitación, mirando a Valeria, temía que le sucediera algo. Al día siguiente todos se levantaron, nadie se atrevía ha
acercarse, eso sería tomado mal, como una complicidad y obviamente nadie quería ser castigado. Valeria seguía de pie ahí, pero su cuerpo temblaba y estaba sudando demasiado, su piel no estaba tan blanca debido al sol pero sus labios sí estaban fríos, y aún le faltaba un día para cumplir el castigo. Entonces Sebastián fue a donde se encontraba su hermana y le dijo:

-Voy a tomar mi lugar en este internado, nuestros padres dividieron el poder en los dos pero te lo dejé el tiempo que estuve escondido, eso se terminó.
-Estás haciendo todo esto por Valeria, ¿en serio?.
-Sí, lo estoy haciendo por ella, ya cumplió con tú castigo y estuvo un día allá afuera, el segundo día me corresponde y yo le quitaré el castigo.
-Sabes que no puedes hacer algo así.
-Si no puedo quitarle el castigo, entonces lo cambiaré.
-Con qué la castigarás entonces?.
-Ese no es tú problema, me retiro ahora.

Sebastián se retiró y Katalina se sintió muy orgullosa de su hermano, al fin había logrado que saliera de su cueva, desde un principio, Katalina sabía que Valeria ayudaría a su hermano. Tenía una postura fuerte pero solo era para obligar a su hermano a cambiar.
          
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Sebastián llegó a donde estaba Valeria, la cual estaba a punto de colapsar, entonces la cargó en brazos y la llevó a su habitación, la acostó en la cama y llamó a Ásura porque no sabía que hacer.

-Tienes que cambiarle el agua a la toalla cuando se caliente y colocársela en su frente, yo mientras voy a hacer una sopa.
-Está bien, gracias por ayudar.

Unos cuantos minutos después regresó, Valeria se estaba recuperando, realmente estaba caliente por el sol pero no tenía fiebre, se tomó la sopa y cuando recuperó un poco sus fuerzas se dio una ducha, luego salió y al ver en su cuarto a Sebastián y a Ásura, dijo:

-No tienen que estar preocupados, estoy bien, solo tengo algo de sueño, voy a dormir y estaré como nueva, gracias por estar aquí.
-Si te sientes mal avísanos, nos vamos para que descanses-dijo Ásura y se retiraron.

Valeria se acostó en su cama e inmediatamente se quedó dormida.

Por otro lado en el internado de Los Lonas finalmente no habían matado a Luna ya que ella había mentido, diciendo que estaba embarazada, una vez sucedido esto no podían matarla porque estarían matando a un Lona, así que la dejaron vivir, pero este era un caso especial por lo que abrieron el portal y Víctor junto con Luna y Juan, vinieron al internado de los Havam, aunque claramente no entraron, solo se quedaron enfrente de la casa.

Valeria se despertó y al mirar por el cristal, vio a todos reunidos abajo, por lo que se dirigió hacia allá para ver que pasaba.

-Entonces estás diciendo que te embarasaste de Juan, ¿cierto?-preguntó Katalina.
-Sí, así es, estoy embarazada, por lo que no me pueden matar.
-Comprobaremos si es cierto o no, Esmeralda tocará tú vientre y espero que no estés mintiendo.

Nadie sabía que Esmeralda tenía el poder de hacer algo así, Valeria sabía que sino era cierto, Esmeralda no tendría piedad y diría la verdad, después de todo era cruel y mala, así que le dijo a Sebastián:

-Sebastián, nesecito que controles la mente de Esmeralda y la hagas pensar que es cierto que Luna está embarazada.
-Estás loca, ¿por qué mentiría con semejante cosa?.
-Por favor te lo pido, hazlo por mí, haré lo que me pidas, pero por favor sálvalos.
-Está bien, después hablaremos tú y yo sobre esto.

Sebastián controló la mente de Esmeralda y ella dijo enfrente de todos:

-Es cierto, Luna está embarazada de Juan.

Ellos sabían que todo había sido gracias a Valeria, por supuesto, ¿quién más podría hacer algo así?.

-Muy bien, todo está aclarado entonces-dijo Katalina.
-Esto se hará como se debe, habrá una boda, no podemos perder más aún los modales-dijo Víctor.
-Hagan lo que deseen, Los Havam no estaremos ahí, el portal no se abrirá de nuevo-dijo Katalina.
-Como quieras, ahora nos vamos-dijo Víctor y se marcharon.

Luna, Juan y Valeria se encontraron rápido para conversar en el agujero verde.

-Muchísimas gracias Valeria, espero que no estés en problemas por nuestra culpa-dijo Juan.
-No, tranquilos-dijo.

¿Que si estoy en problemas?, ja, pues claro. No debí de haber hecho eso, nooo.

-Muchas gracias por todo Vale, ahora tenemos que irnos, hasta luego.
-Hasta pronto chicos, recuerden que algún día Luna tiene que tener un hijo.
-Sabemos a lo que te refieres, no te preocupes por eso-dijo Luna y luego se marcharon.

Valeria caminó hasta la casa lentamente pero finalmente llegó, entró, se fue para la cocina, comió algo y luego fue a la biblioteca, todo por huir de Sebastián, iba a agarrar un libro del estante pero no sabía cual.
En ese momento escuchó la voz de Sebastián detrás suyo, el cual dijo:

-Acaso piensas dormir en la biblioteca intentando evitarme?.
-Yo?, no para nada, solo estoy buscando un libro.
-En serio, y, ¿qué tipo de libro buscas?.
-Uno de Literatura inglesa.
-No creo que lo encuentres ahí en el estante de Literatura francesa.
-Cierto, este no es el estante jajja, estoy loca-dijo muy nerviosa.
-Porqué estás tan nerviosa?, nisiquiera te he pedido nada, o, ¿crées que te pediré algo como esto?-preguntó agarrándola por la muñeca y llevando su cuerpo y rostro muy cerca de él.
-Qué se supone que haces?, suéltame.
-Dijiste que harías cualquier cosa o no?.
-Sí, pero no pensé que fueras tan pervertido.
-Pervertido yo?, jamás obligaría a una mujer a nada.
-Si es así, entonces suéltame.
-Mírame a los ojos y dime que no sientes absolutamente nada por mí, y te juro que te dejo ir.

Las Palabras Tienen PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora