Capítulo 28

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Todos corrieron hacia su dirección, al igual que ellas y los animales, principalmente tigres y osos, la sangre era evidente, estaba sucediendo una masacre. Sylvia y Sabrina intentaban hipnotizar a cada uno de nosotros pero no podían, estaban bajo el hechizo de protección. Eso las enfureció, corrieron sacando garras, al parecer estaban utilizando magia negra.

Finalmente Ásura y Sabrina se enfrentaron, yo las vi y le disparé al corazón a Sabrina, las flechas también tenían un hechizo, el hechizo de envenenamiento, pero en Sabrina no parecía tener efecto de muerte, por lo que Ásura colocó su mano en la frente de ella y la congeló matándola, ya que al tener la flecha en el corazón, su corazón se congeló también.

Por otro lado, Sylvia se enfrentó con Martín y terminó tumbándolo al alarlo por el cuello y desmontar sus huesos, pero Juan se enojó tanto que corrió hacia ella y le arrancó la cabeza.
Luna rápidamente curó la herida de Martín. Seguía la pelea, mis flechas finalmente se acabaron, era el momento perfecto para que Esmeralda me matara, llegó hasta donde yo estaba, agarré un pedazo de madera para evitar que me cortara con su espada, pero era más fuerte que yo, terminé golpeándome contra una roca grande que estaba al lado de un árbol, muy débil, pero la espada también se rompió en pedazos debido a mí poder, así que agarró una de mis flechas de un cadáver y al momento de enterrarme la flecha, Sebastián se colocó delante de mí y le terminó clavando la flecha a él.

Katalina se dio cuenta, con una patada empujó a Esmeralda, y luego le arrancó la cabeza con su espada. Todos se apartaron de los animales y Víctor junto con Iris convertidos en dragones, quemaron a todos los animales malignos.

-Sebastián!, ¡Sebastián!, despierta, no me hagas esto-dije llorando.
-No llores, sé feliz, y recuerda que te amo.
-Y yo a ti, pero no te mueras, Luna, por favor sálvalo.
-Lo siento Valeria, no puedo salvar a nadie que esté hechizado por ti.

Con esto se referían a que yo era un ser peligroso, debí de haber muerto.

El veneno de la flecha se expandió por todo el cuerpo de Sebastián, solo una persona podría matarlo, esa persona era Valeria, entonces, ella al ver que Sebastián había muerto, se culpaba y terminó desmayándose. Katalina sacó la flecha del cuerpo de Sebastián, luego Víctor e Iván cargaron su cuerpo hasta la casa, Katalina hizo lo habitual, lo limpió y lo vistió con un traje negro y blanco. Después de eso colocaron su cuerpo en una ataúd de cristal, hasta que Valeria despertara y se despidiera.

Luna y Juan sacaron al niño del sótano, él estaba bien, nisiquiera estaba asustado, cosa que no es impresionante, ya que claramente no es un niño normal, después de todo es un ser sobrenatural. Ya era de noche y Valeria aún dormía.

Katalina se encontraba sentada en una roca afuera de la casa, Víctor la miró a la distancia, y no pudo evitar ir a donde ella se encontraba para consolarla.

-Sé que no estás bien, así que no preguntaré.
-Que amable de tú parte-dijo con ironía.
-No nesecitas remarcar cada vez más la línea entre nosotros.
-Nosotros?, no hay nosotros y tampoco ninguna línea.
-Sabes de lo que hablo, pero si finges ignorancia, muy bien, yo igual lo haré.
-No creo que sea el momento para hablar de algo así.
-Entonces, yo tenía razón, sabes lo que siento por ti.
-Sí, estoy consciente, pero deberías de saber que yo no creo en el amor.
-Claro que crees, solo te niegas a creer en él por miedo.
-Tal vez estás en lo cierto, tengo miedo de terminar como mí hermano y Valeria, tengo miedo de un final aterrador, tengo miedo de darle a una persona la oportunidad para que me destruya.
-Tienes miedo precisamente porque piensas en las historias de los otros, piensa en tú propia historia, no en la de los demás.
-No creo ser la persona indicada para corresponderte.
-Yo creo que sí lo eres, y que ya me correspondes.
-Por qué yo?, ¿por qué de tantas chicas, tenías que elegirme?.
-Ninguna es tan hermosa cuando se enoja conmigo, ninguna es tan valiente como para enfrentarme y retarme con la mirada, creo que de todo, tú mirada es la que más me gusta.
-Uff, no me hagas esto por favor, me confundes aún más.
-No haré la promesa vacía de que te esperaré para siempre, piénsalo-dijo y se marchó.

***************

Por otro lado, Ásura estaba sentada en el mismo lugar y de la misma manera, como estaba el día en que nos convertimos en amigas, estaba algo triste:

-Que mirada tan triste, ¿es por Valeria?-preguntó Arturo.
-Sí, Valeria es una gran amiga, pero sabes, me duele que esté como si estuviera muerta y me duele que se despierte en la dura realidad.
-Vale, sufrirá mucho cuando despierte y tenga que vivir sin Sebastián, todavía recuerdo el día en el que la aconsejé, estaba muy confundida por darse una segunda oportunidad, y mira como terminó, tal vez sea mí culpa.
-No es culpa de nadie, ella abría tomado la misma decisión aunque le dijeras lo contrario, incluso si volviera el tiempo atrás, estoy segura de que elegiría la misma opción.
-Seguramente es cierto, no te preocupes mucho, ella despertará, es una persona muy fuerte y segura.
-Espero que así sea, voy a dormir, hasta mañana.
-Hasta mañana, duerme bien, Ásura.

Todos se fueron a dormir, Valeria finalmente se despertó, de inmediato se dirigió al cuarto de Sebastián, allí estaba el cuerpo, abrió la tapa superior del ataúd y tocó el rostro de él llorando.

No me hagas esto, no puedo vivir sin ti, sabía que no debía de amar, ¿cómo me atreví sabiendo lo que me sucedió a amar de nuevo?, una vez más siento este dolor pero más profundo.

Entonces, en ese momento, Valeria se limpió las lágrimas de su rostro y se le ocurrió una idea, idea que la llevaría a la mejor decisión de su vida o a la peor decisión de su existencia.

Las Palabras Tienen PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora