Las Palabras Tienen Poder

Capítulo 25

¿Qué decisión debería de tomar?, ¿me alejo para cuidar mí corazón de otra decepción?, o, ¿ me arriesgo de nuevo?.

Arrastré lentamente mí espalda sobre la puerta hasta sentarme en el suelo, colocando mis brazos alrededor de mis piernas y mí frente en mis rodillas.

-Valeria, ¿te sientes bien?-preguntó Arturo al verme.
-No, me siento confundida.
-Se puede saber, ¿por qué?.
-Digamos que alguien te traiciona, ¿le entregarías tú confianza a otra persona?.
-Tal vez, a una persona normal no, pero sí a alguien que realmente se lo merece, ¿entiendes?.
-Sí, estoy consciente de lo que dices, gracias por escucharme.
-Por nada, espero podamos platicar en otro momento y que seas quien me escuche.
-Por supuesto, te debo una conversación.
-Está bien, nos vemos.
-Hasta luego.

Me levanté recordando que Ásura me esperaba y caminé hacia la biblioteca. Estaba ahí esperando ansiosa, al parecer suponía que pasaría lo sucedido.

-Dime, ¿qué tal te fue con él?-preguntó curiosa.
-Bien, sí fue quien rompió el frasco, y también está bajo los efectos de la poción.
-Bueno, y, ¿nada más eso?-dijo entrecerrando sus ojos.
-No, además..... Sebastián me dijo que está enamorado de mí.
-Vaya, vaya, no me preguntes, ¿por qué?, pero, ya lo presentía.
-Sí, se nota, de todos modos no estoy segura, aún no le respondo.
-Por qué?, porque no te gusta, o, ¿por algo más?.
-Sebastián sí me gusta, pero tengo miedo de pasar por lo mismo que pasé, de que me traicione en el momento de mí vida en que más lo nesecite a mí lado.
-Valeria, hay algo que no sabes, todo lo que te sucedió no fue natural, eso pasó para que pudieses venir, para que desearas desaparecer de aquel mundo, ya que no viniste cuando te tocaba y te resististe a venir.
-Aún así, me da miedo, además, ¿tú animándome?.
-No es lo mismo, si no estoy con alguien es porque no me he enamorado, sí es cierto, me dolió mucho que mí antiguo novio muriera, e incluso llegué a pensar que era por mí culpa, pero ya no pienso así.
-Creo que esta conversación, no nos va ha llevar a ningún lado, en cuanto a la poción, comenzaré a hacerla ahora.
-Muy bien, te dejo sola para que pienses tranquila.

Ásura se marchó y mí cabeza seguía dando vueltas, me preguntaba que debía de hacer una y otra vez, mientras hacía la poción. Luego escuché la voz de Sebastián.

-Valeria, Valeria.
-Qué sucede Sebastián?.
-Es Esmeralda, se fue de la casa y no encontramos su ubicación en este territorio, o está muy lejos o.....
-Está en el territorio de los Lonas-dije completando la frase.
-Exactamente,  pero con su fuga queda claro, ella intentó matarte a través de Luis.
-Qué vamos a hacer ahora?-pregunté preocupada.
-Vamos a la sala, nos reuniremos todos allí.

Nos dirigimos a la sala, cuando llegamos era cierto, todos estaban allí, solo faltábamos nosotros.

-Valeria, ya les expliqué la situación-dijo Ásura.
-Yo también platiqué de camino aquí con Sebastián.
-Estoy segura de que Esmeralda planea atacarnos, ¿cómo lo hará?, no lo sabemos, pero no queda otro remedio, tendremos que hablar con los Lonas.
-Yo los conozco, si quieres puedo hablar con ellos.
-Tranquila, ahora llamaré a Víctor, y ya veremos si vienen o no.

Katalina se dirigió a su cuarto para hacer la llamada, nadie se atrevía a decir nada, yo fui a la cocina mientras, para tomar agua y Sebastián me acompañó. Tomé agua y cuando íbamos a regresar a la sala, se colocó delante de mí y dijo:

-Valeria, no tienes que preocuparte, sé que no tienes poderes, yo te protegeré.

     ¡Qué lindo!.

-Precisamente, eso es lo que me preocupa, no quiero que por protegerme salgas lastimado, prefiero entregarme antes de que eso suceda.
-No digas eso nunca más, y tranquila, no pasará nada, pero, ¿por qué te preocupo tanto?.

¿En serio?, que cruel, quiere que se lo diga tal y como es, al pie de la letra.

-Me preocupas porque estoy enamorada de ti, ¿contento?.
-Como nunca, sabía que me correspondías-tenía una gran sonrisa, en ese momento me abrazó, me miró a los ojos y nerviosa dije.
-Ya tenemos que regresar, vamos.

              ***************

LO QUE SUCEDIÓ EN LA LLAMADA:

-Hola Katalina, ¿sucedió algo más?.
-Sí, Esmeralda se escapó y planea matar a Valeria, ¿no lo sabías?.
-Como lo supuse, Sabrina y Sylvia también desaparecieron.
-Entonces, eso significa que están creando un ejército.
-Sí, me llamabas porque quieres que nos unamos, ¿cierto?.
-Así es, vienen a por nosotros, juntos seremos más, por eso quiero abrir la barrera y que vengan.
-Hablaré con los chicos y te lo haré saber.

Katalina se quedó esperando la llamada, después de un tiempo finalmente llamó:

-Ya hablamos, todos están de acuerdo, iremos para allá tan pronto como sea posible.
-Está bien, nos vemos.

Katalina llegó a la sala e informó que la barrera se abriría y los Lonas se instalarían en su casa.

-Entonces, ahora conviviremos con nuestros enemigos, que ironía-dijo Arturo.
-En estos momentos son amigos, no enemigos-dijo Sebastián.
-Tienes razón hermano, dos de los suyos se unieron con Esmeralda, ahora estamos del mismo lado.
-Ahora que lo recuerdo, Luna dijo que una persona rompería la enemistad entre ustedes, supongo que a esto se refería-dije.
-Seremos sinceros ahora, Valeria, desde el primer día supimos quien eras y también lo que lograrías, pero no sabíamos que las circunstancias serían estas-dijo Ásura.
-Ya suponía que algo así sabían, no me molestaré por algo así, en estos momentos, no tengo fuerzas para eso.
-Deberías de ir a descansar, si llegan los Lonas, te avisaré para que los recibas-me dijo Sebastián.
-Está bien-dije y me fui a mí cuarto.

Debería de revisar el libro, tal vez dice algo importante.

El libro solo decía lo que ya sabíamos, no decía en donde estaba Esmeralda y tampoco lo que estaba planeando. Finalmente me quedé dormida, no sé cuanto tiempo pasó, Sebastián tal y como lo prometió, me despertó para recibir a los Lonas.

-Valeria, deberías de levantarte, vamos.
-Sí, está bien, ahora bajo.
-Te esperaré afuera-besó mí frente y salió.

Entré al baño para lavarme el rostro y al terminar salí. Sebastián estaba en la puerta, así que bajamos juntos, él tomó mí mano y yo lo dejé hacerlo.

Al parecer quiere que todos sepan, que así sea.

Llegamos a la sala y todos se encontraban ahí. Luna me vio y me sonrió, intentó levantarse pero la detuve.

-No te levantes, estás embarazada-dije y la abracé.
-Valeria, que gusto verte.
-Juan, el gusto es mío-dije y nos dimos un abrazo, abrazo que no le gustó a Sebastián.