𝐂𝐨𝐧𝐫𝐚𝐯
-Demonios, Rav. ¿Por qué haces eso?
Los labios de Grigg se fruncieron en una delgada línea, y se negó a mirarme. Nunca había visto a Grigg tan avergonzado, ni una sola vez durante todos los años que lo había conocido.
Extendí mi mano, colocándola sobre su hombro con fuerza. Le di un apretón cuando intentó apartarme. Esto era algo de lo que debíamos hablar. Si queríamos que nuestra unión con Amanda funcionara, debíamos solucionar esto.
-Mira, no me importa. No quiero follarte, Grigg. Pero si permitir que actúes como un imbécil mandón en la cama pone a Amanda tan caliente cada vez que estamos juntos, entonces estoy a tus órdenes. Estaba tan mojada, tan desesperada por tenernos, que ni siquiera podía pensar bien. Le encantó.
-Lo sé.
-¿Y sobre el resto?
Me miró, y supe que ya había enterrado todas sus emociones tan profundamente que tendría que arrastrarlas hasta la superficie.
-Mira, Grigg, sentí todo. Estos malditos collares no dejan que ocultemos nada. Estabas marcando tu territorio, y no solo en lo que respecta a Amanda.
-Lo siento. No sé de dónde salió eso. Grigg lucía tan perdido, tan similar a un pez fuera del agua,que le creí. Lo cual era jodidamente triste y una prueba más de cómo su imbécil e insensible excusa de padre lo había arruinado.
-Es normal, Grigg. Se llama amor. Preocupación. Afecto. Eres mi primo, y te amo. Moriría por ti, mataría para protegerte. Es muy normal que sientas lo mismo. Esto solo nos hace una familia. Y todos esos sentimientos ahora los recibe nuestra compañera. Yo los siento, también. -Nunca había sentido algo como esto.
-Los collares -murmuré-. Lo sé. Pero ahora lo sabes.
-¿Saber qué?
-Lo que se siente tener una familia. Grigg frotó su pecho, y sentí la punzada de las emociones que lo hacían trizas. Él no tenía idea de qué hacer con todos esos sentimientos, así que lo ayudé distrayéndolo un poco. -Bueno. Sobre nuestra compañera. Creo que tenemos un problema. -¿La culpa?
-Sí. Está escondiendo algo. Esos collares lo detectan todo. Incluso eso.
Grigg frunció el ceño, su mente estaba ahora determinada a resolver un problema real, algo a lo que podía hacerle frente de manera mucho más eficiente que sus emociones poco familiares.
-¿Qué sospechas tienes?
Detestaba decirlo, pero cuando me enteré de que nuestra compañera venía de un nuevo miembro de la Coalición Interestelar, empecé a investigar.
-Busqué información sobre su planeta, leí cada reporte sobre la Tierra.
-¿Y?
-Los suyos son primitivos, aún libran guerras por recursos y tierra. En muchas partes de su mundo, todavía se les niegan derechos básicos y educación a las mujeres. Se les trata como a esclavas sin honor o poder alguno por sí mismas. Permiten que las personas pobres mueran de hambre en las calles. Se matan el uno a otro por su color de piel y creencias religiosas. Son bárbaros.
-Ella ya no es una terrícola. Es una ciudadana de PrillonPrime. Ahora nos pertenece.
-Sí, oficialmente.
-¿Pero?
-Dos hombres estaban junto a ella en el centro de procesamiento. Dijo que eran su familia, mintiéndole a la guardiana, pero no estaban emparentados con ella. Sintiendo sospechas, la guardiana revisó la grabación de su conversación.
-¿Y quiénes eran?
-Espías. Aparentemente, Amanda es una espía de su gobierno.
Los ojos de Grigg se abrieron como platos.
-¿Amanda, una espía? Asentí.
-Sí. Es la primera novia. Tiene sentido que usen el programa a su favor. Supongo que la enviaron hasta aquí para que enviara información a la Tierra y robara la tecnología avanzada que la Coalición les negó.
-Ya veo.
Podía sentir, literalmente, cómo su mente maquinaba, calculando probabilidades y formulando un plan.
-¿Y cómo sabes todo esto? ¿La información sobre nuestra compañera es confiable?
-Completamente. Le pregunté a la guardiana principal de la Tierra, la señora Egara, que investigara algo más sobre su pasado. Grigg se inclinó hacia adelante.
-Pensé que la Tierra se acababa de enterar de la existencia de la Coalición. Y conozco a la guardiana Egara. ¿Qué hace su compañera, una ciudadana de Prillon, en la Tierra?
La respuesta a esa pregunta era, sin lugar a dudas, triste.
-Perdimos a los dos compañeros de la señora Egara durante una emboscada del Enjambre hace algunos años.
-Qué los dioses tengan piedad -Grigg frunció el ceño, y sentí su tristeza ante la noticia-. ¿No tuvieron hijos?
-No. Y se negó a tener otros compañeros. Se la llevaron de la Tierra años antes de que se hiciera un contacto oficial con el planeta. No conozco los detalles, pero luego de la muerte de sus compañeros, se ofreció para servir en la Tierra como líder del programa de procesamiento de novias de allí. En cualquier caso, su lealtad está con la Coalición. Confío en su información.
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Dominada por sus compañeros
RomanceAmanda Bryant ha sido una espía durante cinco largos años, pero cuando los alienígenas aparecen repentinamente, afirmando que un enemigo mortal amenaza la supervivencia de los habitantes de la tierra, los superiores de Amanda la envían a enfrentar l...