Hoy déjame caer, quiero llorar hasta sentir que ya no puedo más, que mi lágrimas se han secado por completo. Hoy, quiero experimentar la derrota de manera completa, quiero sentirme pequeña y frágil.
Quiero que el peso de todas mis preocupaciones se apodere de mí, al menos por un momento.
La vida hace de las cosas más difíciles y eso me hace sentir abrumada y siento que no puedo soportar más. Hoy es uno de esos días en los que solo quiero dejar que las lágrimas fluyan, donde el acto de levantarme se siente como una carga imposible de llevar.
Hoy, no quiero forzarme a ser fuerte, no quiero aparentar que todo está bien cuando en realidad siento que todo está cayendo a pedazos.
Permitirme sentirme derrotada es una forma de liberación, un recordatorio de que soy humana y que está bien tener días en los que todo parece desmoronarse.
En este estado de vulnerabilidad, encuentro la oportunidad de sanar, de dejar salir todas las emociones que he estado reprimiendo