Mis pies notan el tacto de un suelo de plástico q los hace sudar, pegándose a ellos.
Jamás había tenido tanto miedo.
Ante mí, una tremenda caída.
Parecía mas pequeña desde abajo.
Lo más aterrador es que siempre puedo volver atrás.
Tengo miedo.
Tengo un miedo increíble de saltar hacia adelante.
Pero también tengo miedo de correr escaleras abajo.
De volver por donde he venido y nunca más atreverme a volver a salir.
La realidad se distorsiona.
Pronto tendré que tomar una decisión.
Dar ese simple paso parece tan imposible como volar o respirar bajo el agua.
Por un segundo, aunque quiera, no puedo avanzar.
Miro mis pies, levantando las puntas de mis dedos del suelo por un segundo.
Erijo la vista lentamente hacia arriba hasta verlo.
Me da miedo.
Me da genuino miedo.
Estoy aterrada.
Mas de lo que nunca lo he estado.
Y da igual lo mucho que haya fanfarroneado para llegar hasta este momento.
No importa cuantas promesas haya cumplido, cuantas discusiones haya ganado ni cuantos premios haya coleccionado.
Porqué en ese momento, donde no hay otra cosa o persona para ayudarte...
Solo puedes decidir si saltar o no.
Y ahí es cuando se decide quien eres de verdad.
Si te propones sufrir cada muro que te encuentres y seguir caminando lleno de heridas...
O si someterte al descanso de una vida tranquila en la mediocridad de tu autolimitación.
Así que toma tu decisión antes de que sea turno del siguiente.
Y no te preocupes por elegir mal.
Siempre te arrepientes de algo hagas lo que hagas.
Pero yo sé como soy.
Así que...
Solo porque para mí es el camino...
Saltaré.
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Poemas De Una Mente Cansada.
PoesíaPoemas nacidos de una mente cansada en el momento en que no tenía otra cosa a la que aferrarse.