Porque yo vivo de botellas de alcohol y pensamientos felices.
De cigarros mal apagados y tormentos grises.
De chistes malos y carcajadas entre humo y toses.
De todos esos besos que no me diste en aquel entonces.
Intentando recrear los momentos donde fui feliz.
Momentos que recuerdan a nostalgia.
Nostalgia que recuerda a dolor.
Pero yo vivo de botellas de alcohol y pensamientos felices.
Un verano, un atardecer, un segundo.
Algo que me recuerde por un minuto a quien era antes.
Antes del dolor.
De la rabia contenida.
Un espejismo de sinceridad con el que me miento a mí misma.
Para sentir algo.
Sentir algo.
Salir cada día.
Hablar sin parar para no escucharme a mí misma.
Buscar el ruido del mundo cuando el verdadero estruendo está en mi cabeza.
Buscar la calma de la música cuando me supera el ruido de afuera.
Escribir un poema para traducir mis sentimientos en palabras, para intentar entender mi pena.
Beber.
Beber botellas de alcohol.
Un Vodka, un Cava, una Ginebra.
Lo que sea para no estar sola en mi cabeza.
Para intentar olvidar el buscar una certeza.
Para no ahogarme en el río, el río de ruido que que pare me ruega.
Para taparme las orejas; y impedir oír que mi alma reza.
Que ruega que pare.
Que se acabe.
Que termine.
Este "sinparar" de botellas de alcohol...Y "pensamientos felices".
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Poemas De Una Mente Cansada.
PoésiePoemas nacidos de una mente cansada en el momento en que no tenía otra cosa a la que aferrarse.