.•.° AZUL•° . [HOPEMIN]

Capítulo VII

Sus impresionantes pasos y carisma de estrella lo hizo hacer el show que esa escuela necesitaba para saber que
J-Hope no era cualquier cosa.

Los alumnos irrumpieron en una ovación mayor a la precedente.

El maestro ya no intervino.

Esta vez se trataba del honor de el rubio y fue el quien se adelantó hasta el centro del estrado para defenderse.

Hoseok se movió hacia un lado, pero permaneció cerca.

Sintió las vibraciones de tensión que emitía.

El chico comenzó a seguir la música, siempre mirándolo de reojo.

Se quedó absorto al ver los movimientos tan flexibles que increíblemente eran hermosos.

Se sintió raramente intimidado, el no podía volver hacer aquellos movimientos con los que ganó las copas, hace un año que había sufrido una lesión en el tobillo.

Todavía le dolía, pero preferiría perder el pie a no bailar nunca más.

Aguardó que el chico prosiguiera con su turno, pero no lo hizo. Había terminado.

Las cosas tomaban un curso extraño y peligroso. No estaba seguro de sostener una lucha de ese tipo.

Vio a SeokJin avanzar con rapidez entre el público, con intenciones de detener el espectáculo.

Estiro sus brazos y se acercó al centro de nuevo.

La canción había cambiado...

Era más lenta y el ritmo ya no era tan fácil de seguir...

Troye Sivan-YOUTH en su escuela era una canción bastante popular y por suerte tenía una coreografía, no era difícil, no se asemejaba a su estilo de baile, pero era mejor que quedarse parado y dejarse ganar.

Le salió tan natural y preciso que la música parecía echá para el.

Sintió un dolor pulsante en su tobillo derecho, le lastimaba tanto que no pudo evitar hacer una mueca de dolor.

El chico de ojos azules empujó al chico, se apoderó del estrado y
continuó con la coreografía.

Para el publico parecía un imbécil que no sabia respetar a su contrincante, pero Hosoek no podía estar más agradecido con el.

Le dio pequeñas miradas y aunque no se sintiera capas de seguir quería terminar lo que había empezado.

Tardaron un poco en encontrar su ritmo, pero al final los dos bailaron coordinadamente pareciera que lo habían acordado antes de subir al estrado.

Ellos se complementaban al bailar, en este momento solo eran su princesa y el.

Su mente se detuvo un instante al contemplarlo tan cerca, mirándolo.

Sus ojos se veían más claros y
ligeramente mas tenues.

La algarabía del público había ocasionado que la formación se deshiciera. Nunca antes se había visto en la escuela una reunión tan especial.

El chico, lleno de adrenalina y emoción, pensaba en cómo responder a su contrincante cuando alguien lo detuvo por el brazo.

-Muchas gracias- dijo la coordinadora de profesores tomando el micrófono
-. Ha sido una exhibición interesante- agregó -,pero no estoy deacuerdo en que se fomente de esta manera la
rivalidad entre los grupos. Démosle un fuerte aplauso a sus dos compañeros y nunca olviden que
en esta escuela todos somos parte del mismo equipo.

Los chicos obedecieron. El rubio bajó las escaleras del estrado y fue recibido por sus amigos.

Hoseok hizo lo mismo y su grupo de compañeros lo rodeó. A pesar de las palabras de la coordinadora, la escuela estaba dividida y la pugna entre ambos bandos iba a ser inevitable.

Hoseok baila con más frecuencia.

A sus compañeras les fascina verlo y algunas chicas menores, dirigidas por Somi, han comenzado a jugar a que son su club de admiradoras.

Eso le causa mucha risa y vergüenza a la vez. El no buscaba ser famoso.
Sólo deseaba que su princesa se fijara en el.

Esa noche no pudo dormir. Abrío la ventana de su cuarto y paso horas extasiado mirando hacia fuera.

Acababa de llover.

Contemplo en la penumbra del jardín las plantas mojadas y sentia cómo el
aroma se extendía alrededor de el.

En esos momentos recordaba más que nunca aquel azul tan hermoso.

Había pocas nubes y el cielo estaba salpicado de estrellas plateadas como el.

Fueron unas semanas llenas de excitaciones.

A Hoseok le molesta la idea de estar en una riña con su princesa. Ambos son muy competitivos y eso es malo.
Ha decidido no inscribirse al concurso. Le dejaría el camino libre, aunqu desilusionara a muchas personas.

Le gustaría que esa rivalidad tan ridícula que se ha levantado entre ellos dejará de separarlos. Le gustaría que fuéran amigos. Nunca ha querido hacer lo que el rubio cree que ha querido, sólo ha deseado todo lo contrario, pero el no lo sabe; no quieres saberlo, es ciego y se niega a acabar con esa ceguera.

"Me gusta su Azul, ¿es ése un
problema? Estoy seguro que sí, pero no es un problema sólo mio."

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YOUTH es mi himno Gay.