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Abrí mis ojos con pesadez, me sentía cansada y adolorida, mi vista era algo nublada, trate de incorporarme pero el dolor en mi cuerpo junto con un mareo hizo que desistiera y me volviera a recostar.

Mire mi mano derecha y tenía una vía intravenosa en ella, en mi pecho tenía algunos parches conectados con cables que daban a una máquina y en mi nariz tenía una máscara de oxígeno.

Estaba confundida y algo aturdida, no recuerdo cómo llegué hasta aquí y menos lo que pasó antes.

Cuando mi vista estuvo algo más clara pude ver a mi hermano sentado en una silla durmiendo con la cabeza apoyada a la pared, quite la máscara de oxígeno para poder hablarle, pero sólo me salió un hilo de voz casi inaudible.

– Jimin!!! Hermano !!! .

Jimin no escuchaba mi voz, trate de hablar un poco más fuerte para despertarlo.

– Mimin, despierta !!

Jimin se removió un poco de la silla, tallando sus ojos y estirando sus brazos.

Apenas su pereza se fue, se levantó del asiento y se precipitó donde estaba yo y sus hermosos ojos marrones estaban rojos hinchados y cristalizados.

– Al fin despertaste hermanita, tuve mucho miedo que no despertaras.

– Dijo llorando y dando sorbetes a los mocos.

– No llores Mimin, ya desperté, pero como llegué aquí, Mimin cómo está mi bebé? .

– Mis lágrimas hacían confusas mis palabras.

– Hermana un chico, vio que te arrollo un carro que se dió a la fuga, fue a ayudarte y estuvo contigo en todo momento, cuando ví tus llamadas perdidas llame de regreso, el fue quien contestó  y así supe lo que había sucedido.

– Explicó con sus manos tomando fuertemente más mias.

– Jimin, cómo está mi bebé.

– Seguí preguntando con insistencia.

– Hermana... sufriste heridas internas y te operaron de urgencia, tardaron horas en el quirófano, órganos en tu interior sufrieron muchos daños, recibiste transfusión de sangre, aparte de las heridas del atropello los medicos dijeron que tenías heridas previas, que fue lo que pasó? , acaso Lee te maltrato? .

– Entre las lágrimas que se derramaban y bañaban su rostro pude notar que sus dulces facciones se tensaron, sus manos soltaron las mías para empuñarlas de tal manera que perdieron coloración.

Responde hermana el te golpeó?

– Siguió preguntando. Su cuerpo estaba tenso, su mentón tiritaba y entre su tristeza se notaba la ira.

– Bueno el siempre había sido así en el sexo, es masoquista y sus prácticas son algo agresivas, pero todo se escapó de control  anoche cuando supo que estaba embarazada, se puso furioso perdió el control por completo.

– Aera anoche ? , estás aquí internada hace 4 días, te tenían dormida y quitaron los sedantes hace unas horas atras.

– Jimin y mi bebé? Esta bien? Se salvo?.

– Jimin guardaba silencio, quitaba su mirada de la mía, todo su cuerpo hablaba por si sólo, sabía que lo que me iba a contar no era nada bueno. Se separó de mí dirigiéndose hacia la ventana, tomo grandes bocanadas de aire volvió hasta mí.

– Hermanita debes de ser fuerte, yo estaré aquí contigo para lo que necesites, eres una mujer maravillosa y fuerte y se que vas a salir adelante....

– Se tomó el puente de la nariz guardando silencio nuevamente.

– Park Jimin, en este instante dime qué sucedió con mi bebé.

– Ordené con impaciencia.

– Hermanita... El bebé no resistió, la operación fue larga y extensa y ... No lo pudieron salvar.

No soportó más y sollozos salieron de su boca mientras me abrazaba con tanta fuerza que mis costillas dolieron y me costaba respirar, junto con mi dolor corporal el corazón dolía, el alma dolía, por ese bebé tuve la valentia de revelarme con mi esposo y ahora no tengo nada.

Las lágrimas bañaban mi rostro y el hombro de Jimin, como pude me deshice de su abrazo y comencé a tirar las vías de mis brazos, el dolor corporal que sentía en ese momento no se comparaba en nada a dolor que se tenía en mi alma, dolía mi pecho ardía mi corazón estaba desgarrado y de mi garganta sólo salían alaridos de dolor.

No importaban las palabras de Jimin en este momento, por más que trataba de calmarme nada funcionaba la fuerza que tenía era sobre natural, tiraba de el, gritaba y pataleaba sin control alguno y sin importar si me volvía a lastimar o abrir la incisión de mi reciente operación.

– No te lastimes hermanita por favor!!!.

– Imploraba entre lágrimas.

– Me importa una mierda Jimin, crees que tengo un motivo para seguir viviendo.

– Lloraba entre sus brazos, pues había logrado abrazarme y lo hacía con firmeza pero no ejerciendo fuerza para no lastimarme más.

Entre todo el alboroto, también entró personal médico, tomaron uno de mis brazos inyectando sedante, poco a poco todo a mi alrededor se fue tornando confuso, no podía ver con tanta claridad, distinguía el rostro de Jimin y las enfermeras a mi lado, en la puerta de entrada estaba la figura de un hombre que desconocía. Luego de eso todo se oscureció y me quedé dormida nuevamente.

Buenas noches, este capítulo es algo fuerte pero necesario para el curso de lo que viene después .

Un abrazo y un beso a todas las amo ♥️.

El hermano Jimin ♥️

El hermano Jimin ♥️

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