Capitulo 28

73 8 1
                                    




VEGAS POV

Pete y yo caminábamos con nuestras manos entrelazadas por el parque, hacia algo de frío asi que los labios y mejillas de Pete tenían un tono rosado, habíamos decidido salir del club y mejor caminar por las calles, ahora, ahí estábamos caminando por aquel parque, eran como la 1 de la mañana y por lo tanto no había nadie aquí.

Mire a Pete y sonreí, se veía realmente tierno, pero me daba algo de penita que estará usando una falda corta pues hacia mucho frío, Pete me miro también y nuestro ojos se encontraron, los ojitos de mi Pete eran realmente hermosos, parecían dos diamantes, sin duda brillaban como aquellos.

-Pete...te ves muy lindo- dije algo bajito, los dos habíamos tomado mucho pero podría decir que no estaba muy borracho, pero no sabría si pete lo estaba, había estado actuando normal pero después de todo nunca lo e visto borracho antes como para saber cómo actúa cuando lo está.

Pete soltó una risita -vegaaaaaas, yo soy lindo- dijo riendo, sacándome una risita a mi también, se veía muy lindo, y, ahora creo que si estaba algo borracho.

-estás borracho bebe?- pregunté  y el negó rápido con la cabeza, tierno.

-noooo, estoy sobrio, enserio, mira- se acercó a mi cara y soplo para que oliera su aliento, reí al olerlo, olía a puro alcohol.

-es mejor que vayamos a mi depa, ya debemos descansar, los dos- dije sonriendo, el solo me abrazo y no dude ni dos segundos en corresponder el abrazo, el era muy suave, y su cabecita se posó en mi hombro, estuvimos así por unos segundos y se me hacía algo raro que no dijera nada ni se apartara, hasta que lo vi, y vi que tenía sus ojitos cerrados, solté una risita y me separé pero todavía sosteniéndolo -bebeeee no puedes dormir todavía, vamos a mi depa, te sacas las botas, y nos dormimos en mi camita abrazados, si?- dije con un tono suave y Pete abrió sus ojitos asintiendo.

La verdad se me hacía algo- bueno, muy raro, mi forma de ser con Pete, nunca antes había sido tan dulce con nadie, odio el contacto físico y peor que me abracen, y aquí estoy diciéndole a un ángel lindo y estupido que vamos a dormir en mi cama abrazados, reí rodeando mi brazo sobre sus hombros, yo era un poco más alto que el así que deje un beso en su cabeza y empezamos a caminar.

No me importaba mucho que haya dejado mi carro en el parqueo pues podía mandar a uno de mis hombres a verlo mañana, ahora en lo único que podía pensar era en estar con mi lindo ángel estupido, mi Pete, un ángel que se había convertido en mi todo.

Unos minutos después llegamos a mi depa, abrí la puerta y mire a Pete, este había estado bostezando todo el camino acá, sus pobres ojitos se le cerraban, lo abrace y como yo tenía mucha fuerza, lo lleve arriba mientras lo abrazaba, el se aferraba a mi y yo no dejaría que algo malo le pasara, en mis brazos el estaba seguro, eso puedo asegurarlo.

Llegamos a mi cuarto y lo acosté en mi cama con mucho cuidado, pete no estaba dormido pero si tenía sus ojitos cerrados, pues estos ya le pesaban y sabía eso, sonreí y como el buen futuro novio mejor opción que soy para mi pete me arrodille y le saque las botas, después me saque la ropa y me puse rápido un calentador, me acosté al lado de mi pete y lo abracé, deje un besito en su frente haciéndolo sonreí y nos arrope con la colcha a los dos.

Lo abrace y el a mi, no se ni como ni cuando, pero me enamore de este pequeño chico tan profundamente que no puedo explicarlo, solo estaba seguro que yo, vegas theerapanyakul, nunca dejaría que nada malo le pase, no mientas este vivo, y cuando muera lo protegeré de igual manera, eso lo puedo jurar ante un altar.

Unos minutos después los dos nos quedamos profundamente dormidos, aferrados del uno al otro.

.

.

.

.

.

.

Cuando Los Angeles lloran Where stories live. Discover now