Capítulo 14

97 7 2
                                    

Ya en la noche, me fui a lavar los dientes en el baño de la estancia, al llegar, estaba vacío y procedí a hacer mi labor.

Al rato llegó Leandro, me vio muy concentrado mientras me miraba en el espejo.

Se acercó de una manera en la que no lo pudiera ver y me asusto.

-¡AHHHHH!- me giré asustado y ví su rostro burlón - eso no fue gracioso Leandro - lo mire molesto y me volví a girar, no lo quería ver, eso no me gusto

- aww - me abrazó por la espalda y me beso el cuello - solo fue una bromita.

- pues no me gusto, no me gustan ese tipo de bromas.

- ¿me perdonas? - decía mientras me besaba el cuello.

- no - dije mientras me dejaba llevar, sentir sus besos en mi cuello me hacia sentir... Raro.

- por favor - posó sus manos en mi pecho y lo comenzó a tocar, pasaba sus palmas por todo y las yemas de sus dedos me hacían cosquillas

Me hacia sentir muy raro, pero me gustaba mucho lo que hacia, pero lo detuve.

- Leandro - le dije - espera, alguien puede venir... Y si mejor lo dejamos para otro momento.

Estaba algo molesto, se veía en su rostro. Pero de pronto sonrió.

- esta bien - dijo él - pero antes... - y con eso, me beso muy profundamente y estimuló mi pene por encima de mi pijama.

Me soltó y me guiñó el ojo, se fue dejandome atontado y excitado, maldito idiota. Me tranquilice para que la erección bajase.

Una vez tranquilo, volví a mi cuarto y mis compañeros le estaban haciendo una cama con una sabana a Shiranui, pronto el perro se quedó dormido, al igual que nosotros.

Al día siguiente, nos levantamos temprano, el padre de Jonathan se llevaría al perro al veterinario, vacunarlo y desparacitarlo, el dijo que es posible que el perro no pueda volver, amenos de que consigamos una casa de fraternidad en la que se admitan mascotas, el perro se queda en casa de Jonathan.

Por ahí de las 10:00 a.m. ya estábamos listos para nuestra salida de amigos, le deje un mensaje a Leandro diciendo que no iba a estar

Enviar a: Leandro
Asunto:
voy a salir con mis amigos, luego nos vemos

Al momento me contesto

De: Leandro
Asunto: ¿quién te dio la autorización de salir sin mi?

Enviar a:Leandro
Asunto: ¿por qué te debo pedir permiso? Son solo Jose y Jonathan

De:Leandro
Asunto: mmmm, bueno esta bien u.u

Tome mis llaves y salímos de la habitación junto con mis compañeros, muy contentos.

- bueno y ¿ adónde vamos a ir? - preguntó Jonathan.

- bueno, hay un restaurante cerca del campus donde sirven unos desayunos muy deliciosos - dijo José - es muy barato.

- suena bien - dije yo, Jonathan aprobó la idea con la cabeza - vamos rápido, me muero de hambre.

Llegamos rápido al lugar, se veía bien, era bonito y espacioso, ví a varios de mis compañeros y los salude, no tengo amigos en mi clase, casi todos somos solitarios, pero todos nos llevamos bien, no hemos tenido ningún problema.

Escogimos una mesa en la parte de atrás, a un lado de la ventana, desde ahí se podía ver la plaza central de la ciudad, pronto nos atendió la camarera.

- buenos días caballero - dijo la joven, no la voltee a ver, estaba mirando la ventana - soy Victoria y seré su mesera, el especial de desayuno es bacon especial con huevo revueltos, ¿que van a ordenar?

Mis compañeros se.miraron los dos y compartieron una mirada, iban a pedir lo mismo.

- un desayuno especial - dijeron mis compañeros a la vez.

-¿ y el joven de la ventana? - dijo la chica

- si me gustaría ver el... ¡VICTORIA! - dije yo.

-¡GABRIEL! no lo creo - dijo la chica.

No había visto a Victoria desde hace dos año, el que ella viva al norte de la isla no ayuda mucho.

Victoria había cambiado mucho desde la ultima vez que nos vimos, su cabello ondulado ya no estaba, había sido cambiado por uno liso, seguía del mismo color, castaño y siempre con sus ojos color miel y su tez algo palida

- estan de suerte chicos, esta va por mi cuenta - dijo Victoria.

- oh no, no podría ... - a pesar de mi insistencia, Victoria pagó nuestro desayuno, me trajo unos churros con helado, dulce de leche y leche condensada que estaban muy deliciosos.

Al terminar de comer, nos quedamos charlando un rato con Victoria.

- bueno, estoy estudiando psicología, pero los domingos soy mesera aquí - dijo ella - creí que te ibas a quedar en cuidad Plata.

- Bueno, si quieres lograr tus sueños, debes hacer sacrificios - dije mirando mis manos.

Nos despedimos y nos prometimos voler algún día al restaurante, la próxima pago yo.

Al volver, pasamos por las calles de las fraternidades, ninguna mr interesó, pero vi una casa que me llamó la atención.

Era una casa bastante grande, era de dos plantas de alto , un patio bastante grande, cochera para dos autos y tenía un letrero de "se vende".

- Gabriel... ¿te vas a quedar ahí? - dijo José al ver que no me movía.

Estos se volvieron a donde yo estaba y también miraron la casa, y al igual que yo, se enamoraron de ella.

- no se por que pero... Quiero esta casa - dijo Jonathan embobado.

José y yo asentimos a lo que dijo nuestro compañero.

Una casa propia era algo que necesitábamos, el cuarto que teníamos se volvía mas pequeño cada vez que traíamos algo, y mis compañeros necesitaban un lugar para que el perro viviese sin problemas.

Todos nos miramos a la vez y asentimos.

- papá... - dijo Jonathan.

- abuela... - dijo José.

- Rebecca... - dije yo.

L y R (Arreglando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora