Capítulo 10

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(Gabriel)

Una vez que dejé la habitación de Rebecca, pasé suspirando todo el camino hacia mi habitación.

Al llegar, mis compañeros estaban discutiendo, como siempre, sobre quién era el mas amable de los dos. Yo me desplome en la puerta mientras seguía suspirando

—... Y otra cosa — en ese momento, Jonathan me miro — ¿a ese que le pasa?

— no lo se — dijo Jose — ¿ Gabriel, qué te pasa?

Yo solo los mire y volví a suspirar.

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— ... Y entonces ¿qué dices? — le pregunté a Rebecca por teléfono — ¿este sábado vamos a salir?

— si, suena bien, el sábado es perfecto.

— perfecto, te veo el sábado — colgué el teléfono y terminé de estudiar para el examen de la próxima semana, la salida con Rebecca sería en una semana.

Luego de una hora, tocaron a mi puerta, tenía pereza, de seguro era José, a él siempre se le olvidan las llaves y me toca a mi o a Jonathan abrirle, pero, mi sorpresa fue ver a Leandro en la puerta.

—¡Leandro! ¿qué haces aquí?

— vine a invitarte a ver una película este sábado — me dijo mientras entraba y se acostaba en mi cama.

— que mal Leandro, ya tengo planes, saldré ese día con Rebecca a una galería, lo siento.

— Rebecca ¿es esa chica del café? — dijo Leandro mientras se sentaba en el borde de mi cama — últimamente pasas mas tiempo con ella que conmigo y tus amigos.

— espera... — dije mientras cerraba la puerta — ¿ estás celoso de Rebecca?

— este... — giró su mirada y sus mejillas se pusieron rojas — ... Tal vez.

Me comencé a reír mientras Leandro me fulminaba con la mirada.

— no te rías — dijo Leandro divertido, ya había pasado su enojo y el también se empezó a burlar de si mismo.

— te prometo que trataré de hacer algo contigo el domingo — trate de sonar mas tranquilizante.

El aceptó y luego nos quedamos hablando un rato, no pude evitar estar abrazado a él, creo que no puedo evitar sentir algo por él y viceversa.

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Era viernes por la noche, al fin terminé ese maldito examen, creo que logré pasar.

Eran las 7:00 p.m cuándo me llamaron, era Leandro.

— ¿qué ocurre? — le dije, no era necesario saludarlo, había esta llamando todo el día preguntando si aun iba a salir con Rebecca el sábado.

— ¿aun harás algo con Rebe? — preguntó una vez más.

— ya te dije que sí, no estés de intenso.

— bien — dijo algo molesto y colgó.

Eso me sorprendió ¿ realmente esta tan celoso? No creí que se pondría así.

A las 10:00 p.m, yo ya estaba dormido, cuándo tocaron a mi puerta, mis compañeros se habían ido a celebrar el final de trimestre con los demas, guau, ya tres meses desde que estoy aquí y hace dos semanas que empecé a salir con Rebecca.

Pensé que eran mis compañero quienes , en su borrachera, no podían abrir la puerta.

— mas les vale no estar muy ebrios o ... Mmmmm — lo único que sentí fueron unos labios que besaban los míos.

Era Leandro quien me besaba tan intensamente, me empujó a la cama y me siguió besando.

— mmmm... — me separé — ¿Qué haces?

— no puedo evitarlo Gabriel, tenía que hacer esto, no soporto tener que compartirte con alguien mas — dejó de hablarme y siguió besándome.

De mi boca pasó por mi cuello, me hacía gemir de placer, nunca me había sentido así ¿Qué me esta pasando?

Me abrió la camisa que tenía puesta y se quitó la de él muy rápido, volví a mirar el torso desnudo de Leandro desde los vestidores.

Me siguió besando y llegó a mi pecho, lo iba mordisqueando y eso me hacía cosquillas. No pude evitar besar su cuerpo como él lo hizo conmigo, mi lengua recorrió todo su pecho.

— Gabriel — dijo entre jadeos — dejame hacerte mío.

Eso me sorprendió, dijo que quería follarme. Los ojos de Leandro estaban llenos de deseo, pero tenía miedo, no me sentía preparado para tal paso.

— fo... follarme, no — vi como su rostro cambio — pero... puedes tocarme.

— eso me basta — y dicho eso me quitó los pantalones y mi ropa interior

Estaba desnudo frente a ese hombre,  quién me comenzó a dar sexo oral de forma asombrosa.

Mi rostro estaba a punto de estallar. El se termino de desnudar y comenzó a frotar nuestro penes, uno con el otro. Debo admitir que el suyo era mas grande que el mío.

Ambos llegamos al climax y mire como salía un gran chorro de esperma de ambos, nunca había visto tal potencia en mí.

Estaba exhausto, sudado y sucio. Leandro me besó y lo último que recuerdo fue escucharlo decir " buenas noches" mientras me quedaba dormido.

L y R (Arreglando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora