Capítulo 11

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Me desperté y tenía puesta mi pijama y estaba en la habitación de Leandro.

La luz de la habitación me hacia casi imposible mirar. Me frote los ojos y mire a Leandro preparando el desayuno. Él traía puesto un delantal y unos boxers que le hacían ver un enorme tracero.

"¿Qué estoy pensando?" me dije en mi mente, anoche casi tuve sexo con este joven y ahora estoy en su cama, debo ir al psicológico.

- buenos días hermano - dijo Leandro sirviéndome una pila de tortillas - come, después de lo de anoche necesitas recuperar fuerzas.

Mire la pila y se veía muy rica, corte un pedazo pequeño.

- mira Leandro - dije mientras comía - esto esta ... ¡DELICIOSO!

- gracias - dijo él muy contento - sigue comiendo - y con eso, me besó la boca.

Trague - escucha, Leandro, tu me gustas, en serio, pero no podemos hacer esto, estoy con Rebecca, y tu lo sabes - el se apoyó en la pared.

- Gabriel - se volvió hacia mí - tu también me gustas y, entiendo tu punto, pero, entiendeme a mí - se sentó a mi lado - esto que siento por ti, es algo que nunca he sentido por nadie, traté de contenerme, pero una voz en mi cabeza me decía que te besara y no te soltara jamas, entiendo que desees estar con Rebecca, pero, dame el derecho de disfrutar de tu mirada sobre mí.

Ver a Leandro en esa posición tan sumisa me hacia sentir un poco triste, su mirada suplicante me hacía decirle que sí, pero en mi mente sabía que no podía simplemente dejar a Rebecca a un lado.

- Leandro, yo... - en eso el tapó mi boca con su mano.

- no digas nada aún, se que es muy probable de que tu respuesta sea no, pero dejame vivir esta fantasía aunque sea un instante - me beso la frente y unió ambas frentes - ahora, termina tu desayuno, eso es algo que no puedes desperdiciar - se levantó, tomó sus pantalones, ropa y una bolsa con cosas de baño y se fue a las duchas de la estancia.

Al terminar mi desayuno me dispuse a volver a mi recámara, no sin antes limpiar la habitación de Leandro. Ví mi teléfono y no tenía mensajes, solo una llamada perdida de Jonathan, de seguro de preguntaba donde estaba.

Al llegar a mi cuarto, vi a Jonathan y a José dormidos, Jonathan en la cama de José y al otro en el suelo, supongo que se desvelaron en la fiesta de anoche.

- psss, Jonathan, despierta - lo sacudí y se despertó algo atontado.

- ahhh - dijo mientras se rascaba los ojos - ¿ Qué pasó?

- estas en casa, soy yo, Gabriel - dije mientras lo ayudaba a sentarse.

- mi cabeza me mata - se agarraba la frente masajeandola.

De la nevera saque un vaso con agua y una pastilla efervescente.

Jonathan se la tomó y bostezo - y ¿ dónde estabas? Te llamé anoche y no contestaste.

- lo siento, estaba con Leandro celebrando el fin de exámenes y me quede dormido ahí - no le iba a decir que casi tuve sexo con él.

- sí, supuse que estarías con él o con Rebecca - dijo él, mientras se rascaba los ojos - vaya fiesta la de anoche, estoy seguro de haber visto a José besarse con tres chicas a la vez, nos salió todo un don Juan el muchacho.

- sabes, hace mucho que no hacemos algo juntos como amigos - dije mientras miraba a José en el suelo - y si salimos mañana domingo, estoy seguro de que querrán descansar hoy.

- sí, fue todo una locura lo de anoche, tengo casi todo en mi mente, recuerdo llegar y que todos disfrutaban de la música, la comida y la cerveza. Trajeron una chica bailarina para los chicos y creo que también un chico para ella, también estuvimos un rato jugando super smash y Mario Kart y gané muchas peleas y carreras, ahí traigo mi premio y luego fue cerveza y baile, y después de eso, no recuerdo nada.

- jeje, se nota que se divirtieron - en eso vimos que José se despertaba.

- ¿ qué pasó? - al mostrarnos la cara, estaba lleno de lápiz labial, definitivamente, este chico es un casanova - ¿ Gabriel, Jonathan?

- buenos días - saqué mi teléfono y le tome una foto, esa cara era un éxito.

También le di una pastilla efervescente y, al rato, el malestar era menor para ambos, el rostro de Jonathan era más estable y José estaba aún con resaca.

Los tres tomamos nuestras cosas y nos dirigimos a las duchas, nos urgía un baño YA. Al desnudarme, miré que tenía marcas en el pecho por los besos de Leandro, creo que no me quitaré mi camisa durante un tiempo, no quiero que nadie vea eso.

Sentir el agua tibia que pasaba por mi cuerpo, hacía que se me relajara y olvidaba todo esto que vivía ahora, en mi mente había una gran disputa sobre lo que estaba pasando y lo que iba a pasar con mi vida, espero no estar equivocado al darle la oportunidad a Leandro de ser... amantes y abrirme por completo con él.

Al terminar, volvimos a la habitación, ya estábamos vestidos desde las duchas. Comenzamos a limpiar el cuarto, ya que era un completo chiquero, parecía que la fiesta hubiera sido en nuestro cuarto.

Al terminar, mis compañeros bajaron a desayunar, yo no lo necesitaba, ya que ya había desayunado.

Estaba muy asustado por lo que estaba apunto de hacer, si lo hacía, no había vuelta de hoja, esto no era un videojuego ni una novela que me diera control sobre el flujo del tiempo para cambiar las cosas si salían mal, tomé el teléfono y me dispuse a marcar, esperé a que contestara y hable.

- Leandro...

L y R (Arreglando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora