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Me desperté a las tres de la mañana, no podía dormir más.

Estaba agotado de tanto llorar, así que decidí levantarme para beber algo de té. Quité la manta de encima de mi cuerpo, con cuidado de no despertar a Changbin, le dí un beso y me dirigí a la cocina para empezar a hervir el agua e ir al baño.

Me lave la cara, con sumo cansancio en mis movimientos, me veía horrible. Decidí ducharme para quitarme ese sentimiento tan raro, el sentimiento de querer un cigarro.

Me vestí con la ropa que me dió ayer changbin y me puse la toalla en mi cabeza, terminé de hacer el té y salí al patio, me senté en una de las sillas escuchando el silencio tan abrumador, pero sin escucharlo tanto debido a mis pensamientos.

Dejé la taza de té en la mesa. Ellos eran muy diferentes tratandome a mí, tal vez no me lo merezca tanto, tal vez debería haberme suicidado cuando pude, tal vez esta es una nueva oportunidad, tal vez...

La balconera se abrió de repente, saliendo Jisung de ella, con una manta encima suya, otra en la mano y una taza en su otra mano.

-Supuse que estabas aquí.-Dijo extendiéndome la manta, la puse en mis hombros.

-Gracias.

Agradecí por la manta.

-Mierda, Felix, yo no sabía que él trabajaba ahí, lo siento mucho.-Dijo arrepintiéndose.

-Da igual, ahora eso ya no importa.

Comenzamos a hablar del pasado yo y él, tampoco es que él tuviera las mejores experiencias en el amor, pero cuando empezó a salir con Minho me alegré mucho por él.

Al rato nos empezamos a reír por tonterías que decíamos, insultando a nuestros ex y analizar que ahora nosotros tenemos una vida mejor que ellos.

Nos metimos dentro porque hacía mucho más frío fuera.

-Lo bueno de que te levantes a esta hora es que no puedes ir a comprar tabaco, menos mal que no tenemos en casa.-Dijo suspirando y sentándose en el sofá.-No pienses más en eso, solo volverías a algo que no es sano y luego te costará dejarlo.-Él no hablaba sin experiencia, también fumaba, pero hace ya decidimos quitarlo juntos.

Los dos nos quedamos durmiendo en el salón, juntos, como solíamos hacer siempre, Han en un sofá y yo en otro.

Pero ese día ocurrió algo extraño, me levanté a las siete de la mañana. Fuí a ducharme y me puse algo de ropa para salir de casa, cogí las llaves de mi coche y salí. Nunca había tenido un impulso como ese pero quería hacerlo.

Y como no quería dejar a Changbin solo, entré de nuevo a mi casa, dejando las zapatillas en la entrada y con emoción abre la puerta de mi cuarto, me fijé en que tenía los ojos abiertos, estaba medio despierto.

-Changbin, ¡venga a salir!-Dije emocionado.

-Agh ¿A dónde?-Preguntó confuso, y sentándose en la cama frotando los ojos con las manos.-¿Qué hora es?

-No sé, a cualquier sitio. Son... Son las ocho menos cuarto ¡venga!-Dije, insistiendo mientras le regalaba una sonrisa. Me subí con las rodillas en la cama.

-Todavía es muy temprano, quedémonos aquí, por favor.-Dice cerrando los ojos y poniendo sus brazos en mi muslo trasero, acercándome a él y subiéndome a sus piernas para abrazarme por mi cintura.

Yo me sonrojé debido a la cercanía.-No quiero...Tengo ganas de salir, contigo, ahora.

Al final le acabé convenciendo y se fué a duchar.

En traje. Changlix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora