10
Me haría pasar por un recién adulto con problemas con sus padres, queriendo mudarse, pero lo improvisaría un poco.
A aquel hombre solía quedarse con aquellos que querrían olvidar sus problemas, "Te haré olvidarlo" le escuché varias veces decirle a otro de sus "juguetes", como los llamé, aunque también valdría si lo dijera al revés.
Me senté mirando mi objetivo, visualizando, también , donde estaba mi cómplice, Hongjoong, estando a unos metros, entablando una conversación. Le pedí al barman un vaso de limonada, haciendole un gesto, indicandole que quería un cero por ciento de alcohol, me sonrío aquel hombre de cabellos negros que me atendía.
Suspiré, simulando estar cansado, desabrochando la chaqueta, apoyando mi codo en aquella pequeña mesa del bar, apoyando mi parte del cabello en mi mano para despeinarme. Midiendo bien mis movimientos noté acercarse un hombre con traje, justo mi víctima, sonreí para que a los milisegundos borrarla, metiéndome en el papel otra vez.
-Pareces cansado.-Dice una ronca voz, con acento un tanto italiano.
Solté una suave risa.-Tal vez un poco.-Recibí aquel vaso, con un trozo de limón y un degradado en el recipiente, le sonreí al barman, dándole dos billetes de diez.-Quédate con el cambio.-Dije, sonriéndole a aquel chico.-Solo un par de problemas que no imaginaría que pasarían. Pasar de adolescente a adulto no es fácil, creo que las primeras personas que los saben son los adultos, pero al parecer se les olvida.-Le miré a los ojos a aquel hombre.
-¿Padres?-Yo asentí.
-Solo quiero olvidarme de ese ogro un rato.-Eché atrás mi pelo con mi mano derecha.-Me ayudarás con eso ¿verdad?
Agarré el vaso y lo bebí entero, arrdiendome la garganta, por la acidez del limón. Él acercó su pulgar a mis labios, repasándolos, sacando un par de gotas de limonada de ahí, para después chuparlo. Me dieron arcadas, pero afortunadamente las disimulé.
-Me gusta esta canción, ¿bailas?-Me preguntó aquel cincuentañero.
¿Bailar con un hombre delante de todos solo para después darle una patada en el estómago y en los huevos? Claro que sí.
Me levanté, con él arrastrándome a una esquina, agarrándome de la cintura agresivamente, se notaba que el Señor Yang no estaba en sus cinco sentidos en ese momento.
Miré de reojo a Hoongjoong, él ya tenía a su presa, llevándola al lugar donde acordamos. Entablé contacto visual con él, sabiendo que él conoce mi situación.
Empezó a besar mi cuello y a morderlo ligeramente, fingí algunos gemidos para no causar sospechas apretando un poco de sus hombros, haciéndole algo de daño.
-¿Vamos a un lugar más privado?¿Al baño?-Preguntó él, mientras yo notaba su bulto apretándose contra uno de mis muslos.
-Yo sé un lugar más privado, acompañeme, hyung.-Me aparté un poco de él y me encaminé donde Hoongjoong estaba antes.
Entré a aquella oscura habitación alejada del ruido del bar y el casino y automáticamente vi el rojo de las cenizas del cigarro que seguramente fumaba mi compañero. Intentando que mi víctima no lo note lo giré quedándome yo en la puerta, cerrándola.
-Me encanta tu collar, te hace ver más sexy.-Dice con voz ronca.
Halagando aquel collar que me regaló Jisung hace más de dos años, que apreciaba mucho, y que nunca me lo quitaba.
-¿No deseas saber mi nombre?-Pregunté.
-Claro que quiero. Llamame Yang, ¿cuál es tuyo?-Dijo él agarrándome del collar, intentando que me acerque a él, fallando, por la fragilidad de la plata que llevaba aquella pieza de joya, causando, desgraciadamente su rotura.
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En traje. Changlix.
Fiksi Penggemar¿Te imaginas que el amor de tu vida sea un mafioso? # En proceso. # Changlix. # Original. # No se aceptan adaptaciones ni copias.