Diario de un Corazón roto

Corazón celoso

Una noche llegó con sus amigos acompañados de algunas chicas, parecía que hubiesen vuelto de alguna fiesta

Ellas llevaban vestidos cortos y pegados. "Malditas zorras", pensé.

Los invitó a pasar a su casa. Yo me encontraba observándolo desde mi sala sin que me notara y cuando vi a una de ellas tomarlo por el cuello no pude evitar enfurecerme, fruncí el ceño y subí a mi habitación.

Me recosté en mi cama abrazando mi cuerpo; sentí lágrimas en mis mejillas. Me extrañaba estar de esta forma porque él y yo no éramos nada a demás de amigos. ¿Qué era este sentimento? ¿Por qué me sentía tan rechazada y traicionada? Sentí miedo de mi misma, ¿qué me estaba pasando?.

Con estos pensamientos y emociones combinadas rompí en llanto sujetando la pulsera que me había regalado años atrás.

Después de eso comenzamos a estar juntos en diferentes proyectos. Me sentía feliz de poder estar mas tiempo juntos, pues la escuela y demás nos estaba separando.

Cuando llegamos me sentía muy emocionada, pero esa emoción acabo cuando descubrí que era alguien completamente diferente con sus amigos. Salía a fiestas, bebía, le entregaba sus labios a la primer zorra o imbécil que se le ponía enfrente, pero eso no era todo, pues una noche casi lo toma un hombre mayor. A pesar de afirmar que él le gustaba, no podía soportar la idea de que ese idiota lo tocase.

Después de un tiempo se olvidó  de mi. Me trataba como alguien más en su fila; yo volvía sola a casa mientras él se iba de parranda con sus amigos y esas putas. Los acompañaba a hacerse perforaciones, pronto él también se hizo algunas. En realidad eso no me afectaba mucho, lo que me molesto fue que cuando yo le dije que quería hacerme una y él propuso acompañarme a pesar de saber que mis padres jamás lo autorizarían y de mi terrible miedo a las agujas.

Ya era demaciado tarde. Había cambiado y yo extrañaba al Andres de antes...