*Querida Joey:*

1K 62 33
                                    

Ya han pasado 2 años.
Te extraño tanto...

A penas leí cada línea y párrafo de tu diario; ahora me toca a mi escribir un poco en él.

Lamento mucho todo lo que te hice, en ese entonces pensaba que el alejarte de mí me haría más feliz, pero te quedaste a mi lado siempre.

Recuerdo como desde niños yo veía ir y venir a mis "amigos", más ir que venir. De todos tú fuiste la única que comprendió mis dolencias, cumplió mis caprichos y me sujeto cuando más deseaba dejarme caer.

Estaba tan acostumbrado a tenerte siempre que te necesitaba, cada día... que nunca aprecié realmente tu compañía.

Mientras tu me amabas realmente, yo te amaba por que eso sentía. Era lo más adecuado.

Recuerdo muy bien cada día que escribiste, nunca me di cuenta de cuanto habías sufrido por culpa mía. Ni siquiera me di cuenta que algo te pasaba cuando trataste de decirme lo de tu enfermedad. Debo admitir que cuando me dieron la noticia me enfade mucho contigo; cada día me preguntaba por qué no me lo habías dicho, pero tampoco me tomaba el tiempo para darme cuenta que las respuestas que quería estaban aquí.

Nunca fue mi intención hacerte daño... solo quise alejarte. Nunca me gustó que te preocuparas tanto por mi, después de todo soy un año mayor que tú, pero también comprendí el por que lo hacías.

Te abandoné cuando más me necesitabas, a pesar de eso me perdonaste siempre. ¿Por qué lo hiciste?, ¿Por qué no me abandonaste como todos los demás?. Tu amor por mí fue realmente grande y verdadero. Un amor puro...

Me diste tu corazón y lo rompí, guarde las piezas para volverlas a unir, pero las cicatrices quedaron y cuando me enfadaba sólo hacia por tocarlo y volver a romperlo; mientras que cuando yo te di el mio, lo atesoraste y amaste tanto como pudiste.

Me siento culpable.

Al recibir la noticia corrí tan rápido como mis piernas me lo permitieron, fui hasta donde estabas. Llegue tarde.

Discúlpame por haber manchado tu rostro dormido con mis lágrimas, pero entré en pánico. No sabia que hacer sin ti. Los días eran muy distintos y aburridos, comencé a ver el mundo a tu manera: "con el corazón roto". Es muy distinto y abrumador...

Tu querías que te vistieran de azúl cielo, - eso le dijiste a tu madre - el vestido lo escogí yo, te veías preciosa rodeada de flores blancas en esa vitrina, luciendo tu lindo rostro de muñeca, - lo cuidabas y mantenías así por mí - pero había algo que odie de verte así: tu palidez, no estabas viva y mi corazón volvió a doler demasiado.

No me despedí de ti ese día, simplemente no pude hacerlo.

Te amaba. Te amaba demasiado y no quería dejarte ir.

El día de tu despedida me quede en casa, encerrado en mi habitación.

Tu madre vino a verme días después, hablamos de muchas cosas; me pregunto cómo lo había tomado y si estaba bien. No lo estoy...

Ella sabía cuán enamorada estabas de mi, y cuanto te había lastimado. Me odiaba por eso... Pero ya no hay nada que pueda hacer, después de todo tú me perdonaste siempre.

De las personas que considerabas realmente importantes, yo siempre estuve en el primer lugar. Era tu prioridad ante todo. Siempre me tuviste en tu corazón y en tus pensamientos, pero tu también estas en los míos, incluso ahora. Nunca sales de mi mente, ni de mi corazón... es eso lo que más me duele.

Salí de casa, me mude a otro lugar, lejos de tu recuerdo. Recuerdo incluso que olvide a propósito tu diario en la casa de mis padres, pero mi madre lo notó y lo metió entre mis cosas. Al llegar aquí lo deje en un cajón, arriba en el ático.

Perdóname por tratar de olvidarte. Aun cuando ya no estas aquí, sigo lastimandote.

También me dejaste cuidar de un gato, una de tus amigas te lo daría cuando te recuperaras. Ella esta bien, ya es una adulta, la nombre Joey por que me recuerda a ti. Su pelo es del mismo color que tu cabello y por más que quise que me dejara siempre volvió. Es obstinada igual a ti.

Deje mis adicciones también, siempre quisiste que lo hiciera y sentí que no podrías estar tranquila hasta que las dejara.

Pronto me graduaré. Mi mayor deseo es que estés ese día en la silla que reserve para ti en la ceremonia. En verdad espero que estés allí...

Durante días pensé en ir contigo y por alguna razón jamás pude. Llegué a pensar que tu no lo permitías.

No sabia como seguir mi vida sin tus respuestas a mis mensajes, sin tus obsequios sorprendentes en días festivos o mi cumpleaños. Muchos de ellos los hiciste tú, mientras que otras personas buscaban que comprarme.

Seré sincero contigo. Muchas veces trate de reemplazarte con personas e incluso con mis drogas. Pero cada vez que lo intentaba, sentía como algo se incrustaba más profundo en mi corazón. Discúlpame también por eso.

Donde quiera que estés, realmente espero que estés bien. Se que a pesar de no estar aquí físicamente, me acompañas a donde quiera que voy y que sigues amandome. Yo también te sigo amando, nunca dejaré de hacerlo.

Te amo Joey, siempre te amaré...

Nos volveremos a encontrar.
.
.
.
.
.
.
Y estaremos juntos por siempre...

******************************

Así termina esta historia. Espero que la hayan disfrutado :)

Ahora, si ustedes quieren un final alternativo pídanlo en los comentarios y lo escribiré para ustedes. Aunque desde mi perspectiva, Andy nunca podría darse cuenta del amor de Joey hasta perderla.

Leeré sus críticas sean buenas o malas :) nos leeremos pronto.

Diario de un Corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora