Por más aterrador que fuera, estuvo a punto de dejarse llevar por completo para ser cautivada por esta mujer fascinante e igualmente irritante.Es curioso cómo funciona el cerebro. Es tan sorprendente como maravilloso.
Una palabra, un gesto, un olor puede desencadenar los recuerdos perdidos. E incluso, acomodar la mente de manera simple cuando parece tan complejo.
—Entonces, ¿La doctora Carpio y tú sí son íntimas o no?
La pregunta de Jason hizo que Katharina arrugara la frente mientras se abrochaba el cinturón de seguridad.
—No sé la razón de esa conclusión, Jason —dijo ella, arrancando su auto— pero sí sé que deberías ponerte el cinturón de seguridad.
—Eres demasiada estructurada ¿No crees?
—Son las reglas de tránsito, Jason, y las reglas están hechas para ser cumplidas.
Jason soltó una leve carcajada, buscando el cinturón de seguridad a su costado.
—Algunas reglas fueron hechas para ser rotas, cariño —replicó el doctor con una sonrisa tonta—. Solo relájate, Kathy...
En el momento que el Citroën plateado de Katharina salió del área de estacionamiento del hospital, el sonido de ruedas acelerando causó que ambos ocupantes del vehículo desviarán su mirada a la ventanilla del conductor. Katharina intentó pisar el acelerador, pero no lo logró a tiempo y segundos después, sintió un fuerte impacto sacudiendo su automóvil.
El vehículo dio una vuelta entera o quizás más antes de quedar quieto. Lo siguiente que Katharina supo fue que su hermoso auto activó el sistema de seguridad para ella y cuando miró a su acompañante, Jason estaba inconsciente bañado en sangre, sin su cinturón de seguridad.
Ella sintió náuseas, además de algo húmedo en su frente. Necesitaba salir de allí y lo hizo, abrió la puerta y puso sus pies en el asfalto firme. Una figura femenina se le acercó y ella la reconoció: Erika.
—Oye, Kathy...
Katharina no se dio cuenta cuando Karla regresó a la habitación, pero su amiga sí notó el teléfono que le pertenecía en manos de ella.
—Mi cabeza... —dijo Katharina, tocándose la frente con la mano libre.
—¿Te duele la cabeza? ¿Quieres que llame a las enfermeras?
Katharina negó con la cabeza.
—No, estoy bien —le respondió ella, entregándole el teléfono a Karla—. Lo que quiero es que me digas ¿dónde está Jason?
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ENTRE LA PASIÓN©
Romance◂SINOPSIS▸ (+18) Katharina tiene todo de una auténtica O'Hara: Mirada penetrante, sonrisa provocativa, personalidad avasallante. Pero se diferencia en que huye de las relaciones, tanto sentimentales como de placer. En un viaje, obligada a ir por su...