Capítulo 42

2.2K 242 53
                                    

Durante un rato, ambos alfas se mantuvieron en silencio.

Después de lo dicho por Harry, Jason no estaba seguro de cuál era el camino de aquella situación. Sentía el pesar de Harry en el aire, pero no entendía por qué era tan doloroso, porque incluso incomodaba en su propio pecho, por qué picaba en sus pulmones.

Nunca había sentido a Harry tan melancólico. No hasta ese momento. Tampoco lo había visto tan decaído, justo allí frente a él lo tenía por primera vez, los hombros abajo, la vista pérdida, sin moverse. Divagando, pensando.

Jason suspiró, decidiendo tomar la palabra luego de bastante silencio—. Y este omega... ¿De verdad lo querías?

Harry separó los labios, tratando de decir algo. Pero estaba asegurándose de no dejar salir las lágrimas que retenía con fuerza. Luego de dejar salir en alto la verdad que le ataba a algo que su corazón no deseaba por voluntad propia, su pecho se había oprimido.

Sabía qué era lo correcto, qué debía y qué no debía hacer. Los sacrificios obligatorios, lo que dictaba su naturaleza. Un cachorro no era algo que solamente se pasaba por alto, era una responsabilidad, una obligación y un sentimiento enorme que peleaba por verle, sentirle, quererle, abrazarle, protegerle.

Y sabía que su cachorro era lo que iba a separarle por siempre de Louis. Su pequeño e inocente omega. El joven que había tomado su corazón con cuidado y que sin alguna protesta Harry le había dejado tomar. El joven que de sólo verle en su mente, en aquellos hermosos recuerdos que tenía de su alegre rostro, su carácter amable, su suavidad y cariño, ese omega que de solo pensarle, le hacía latir el corazón con calidez, que le hacía sonreír sin darse cuenta, amarlo sin poder evitarlo.

¿Que si de verdad quería a Louis?

Levantó su vista, dejando que sus ojos se encontrarán con los de Jason—. ¿Que si lo quiero? —trató de sonreír, pero sus labios cayeron abajo en una mueca temblorosa, llevó sus dedos hasta el suave marmol de la barra y toqueteó, tratando de distraerse mientras apartaba una vez más la mirada—. Hubiese dado mi vida por ese omega, Jason. Y aunque él me odie justo ahora, seguiría dando mi vida por él. Era todo lo que quería en el futuro, en mi vida. Y joder, sé... Sé que he hecho una mierda enorme pero esto, esto solo se salió de mis manos.

Jason analizó las palabras de Harry, tomándose unos momentos para pensar más.

—¿Y él te quería? —preguntó dudoso.

Y entonces fue ahí cuando Harry no pudo retener más sus tibias lágrimas. Lamió sus labios y tragó saliva, bajando un poco más la cabeza.

—Hoy, antes de la fiesta él estaba hablando de un futuro a mi lado, ya sabes... Esos sueños de vivir juntos, de tener una vida a lado del otro... De, de que oficialmente era su alfa. Él, bueno, él es joven, quizás no estaba pensando mucho en lo que decía pero hablaba con ese brillo alegre en sus ojos, lleno de ilusión y emoción. —apretó los labios y más lágrimas resbalaron—. Jamás me sentí como alguien malo, ¿sabes? Nunca antes. Pero esta noche... Cuando él vio que otra omega estaba en él lugar que le pertenece, mis brazos, pude ver como se le escapó un respiro y como el brillo de sus ojos se apagó, como sus piernas flaquearon y como se sintió tan asustado de mí, por lo que le estaba haciendo, por lo que estaba viendo aún cuando le prometí tanto. Él simplemente se rompió frente a mí y no pude sostenerlo. Nunca me sentí tan malo como en ese momento, me sentí una verdadera escoria. La peor de todas. Me di cuenta que me quiere tanto como yo lo quiero a él.

Jason parpadeó—. Yo supongo que... Él corazón quiere lo que quiere. Si tú... Te enamoraste de esa persona como lo dices, entonces Sam no era la correcta. A veces encontramos personas en el camino que no son nuestro destino, que nos guían hacia donde verdaderamente debemos llegar. Seguro que debe existir alguna solución, no debes sentirte acabado o tan mal.

Llámame por mi nombre | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora