➥ Capitulo 14

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“En está vida hay tres amores,
el de la infancia, el verdadero
y el imposible”


Eileen sabía que algo había ocurrido luego de haber muerto, no podía explicar cómo su alma paso de estar en el limbo a llegar con las dos valkyrias.

Ella sabía que no había podido escapar de ahí sin ayuda divina, pero su pregunta era quien habría sido lo suficientemente capaz de sacarla del mundo de los muertos.

No recordaba del todo a ese tipo; solo sabía la calidez que se manifestó en su pecho al estar tan cerca del desconocido casi como si estuvieran conectados.

La espartana no creía en el amor es más nunca se había enamorado y mucho menos a una persona.
Ya que en su anterior vida no tenía tiempo para esas cosas siempre estuvo entrenando arduamente con los demás soldados hasta el punto de olvidar que ella también era una mujer.

Era consciente de que en algún momento tendría que casarse para tener herederos al trono, pero si lo hacía sería por obligación no por amor.

Ya que al ver sido la heredera de Esparta, tenía que engendrar guerreros poderosos y para eso su esposo sería escogido por los altos cargos de aquél entonces.

No lo amaría solo serviría para procrear y tener a un hombre a su lado.

Sonaba infeliz lo sabía pero así eran las leyes y no podía oponerse.

Al morir en la guerra la corona sería pasada a su hermano menor; mientras que su viuda madre Gorgo sería obligada a contraer matrimonio para conservar el linaje de guerreros.

La muerte fue la escapatoria de Eileen de aquél infeliz destino.

— ¿En qué tanto piensas Eileen? —pregunto su padre al ver a su primogénita tan distraída.

— Cosas sin importancia —lo volteó a mirar para sonreír discretamente.
—¿Qué era esa bebida que tomé?

Leónidas pareció divagar hasta que chocó su mano contra la otra al recordar: —Era cerveza de raíz, la valkyrie Brunhilda nos entregó diez barriles enteros.

La azabache abrió su boca en un "o" fingiendo impresión no estaba muy impresionada en qué la valkyrie les ofreciera eso a cambió de que se quedarán en su pabellón.

— ¿Pelearas en el ragnarok? ¿no es así? —soltó de repente la espartana.

— Supongo que tú también has venido a lo mismo que yo —respondió sin ninguna expresión facial, él contrario.

— Ya veo.. —susurro.

Ambos se quedaron en un incomodo silencio, la azabache suspiro antes de irse de la escena.

— ¿A dónde vas?

— A ver un viejo amigo —dijo sin voltear a verlo.

Eileen no sabía cuánto tiempo había pasado desde que llegó con su padre, solo sabía que había sido lo suficientemente para que varías rondas hayan empezado y terminado.

Si era así por lo menos quería ver a su amigo antes de su pelea.

Pues sentía un extraño sentimiento en su pecho y quería aplacarlo con verlo una última vez.


° • ° ✦ ° • °

Corría por los pasillos queriendo llegar lo más pronto posible al pabellón de Nikola Tesla antes de que esté comenzará su batalla.

En los ojos rubí de la espartana se veía la clara desesperación de querer llegar a tiempo.

Cuando cruzó la puerta del pabellón el camino era sofocante los pasos apresurados de la azabache resonaban en un sin fin de ecos.

Hasta que vió el final del enorme pasillo y pudo ver a su amigo trepado arriba de una escalera terminando una ecuación.

— ¡No es magia! ¡Es ciencia! —explico sonriente mirando a las dos valkyrias que estaban ahí sin notar la presencia de la tercera persona.

Eileen llevo una mano a su pecho al sentirse aliviada al ver qué todavía no se había ido.

𝐖𝐎𝐍𝐃𝐄𝐑 𝐆𝐈𝐑𝐋; ApoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora