𝐖𝐎𝐍𝐃𝐄𝐑 𝐆𝐈𝐑𝐋; Apolo

➥ Capitulo 04

“ Yo quería ser una buena persona pero el mundo no me dejó opción solo me queda luchar hasta el final ”

Yo nunca dije que fuera lo correcto pero... Sí así puedo mantener viva a mi familia no dudaré en hacerlo. Eran las palabras de Eileen antes de partir a la batalla junto a su padre y 300 soldados espartanos.

La batalla de Termópilas había comenzado, los espartanos avanzaron hacía el paso a través que el rey de persa Jerjes buscaba invadir Grecia.

Mientras los humanos luchaban en sus guerras hasta la muerte. Los dioses observaban el espectáculo desde el Olimpo, entretenidos por los juegos de los mortales.

Sin embargo los 13 dioses olímpicos tenían la vista puesta en la azabache espartana. Luego de enterarse de que había sido bendecida por la misma Hera, su curiosidad de que podía hacer aquella criatura los consumió.

— Enserio estamos aquí solo por una humana. —refuño Ares de mala gana.

— Verás Ares tu madre la bendijo. Cuando era un bebé. —argumento Hermes con una mano en su mentón—. En el pasar de los años la humana de nombre Eileen. A ganado las marcas las cuales un dios puede tener. —explicó recordando a los dioses griegos que las poseen incluyéndose.

— Me estás diciendo que... ¿Esa mortal se volverá un dios? —interrogo confundido.

— Lo dudó, hasta donde podría llegar iba hacer un semidios.

La puerta fue abierta por una entidad, reluciente. La esposa de Zeus suspiro al saber de quién se trataba, era ese fastidioso hombre.

— ¡Hey, hey! No llegue tarde a la reunión. —exclamo Apolo haciendo un gesto con su mano suponiendo un saludo.

— No era una reunión —susurro Hera para si misma.

— Solo cinco minutos de retraso no es nada. —hablo Hermes tranquilo, entregándole un dispositivo al dios del sol.

— Una batalla humana. —dijo con sumó aburrimiento—. ¿Qué es lo novedoso? ¿Los vamos ayudar?

Zeus soltó una risilla negando, apunto con su dedo a la pantalla del dispositivo mostrando una figura femenina.

— ¿Una mujer? —murmuro sin entender.

— No es cualquier mujer, es la niña que Hera bendijo. —respondió con una sonrisa burlona al ver como. El rubio no quitaba la vista del dispositivo.

El aparato enfocó más a fondo el rostro de la mujer, revelando su peculiar tono de ojos y sus finos rasgos angelicales.

— ¿Cuál es su nombre? —interrogo interesado.

— Su nombre es Eileen. —añadió con picardía mientras acariciaba su barba.

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La azabache protegía hasta el cansancio la espalda de su padre. Se reusaba a dejarlo solo.

Ambos luchaban codo a codo. Un enemigo arremetió en contra la espartana quien no le dió tiempo de reaccionar. A lo que fue enviada a varios metros lejos de su padre.

Eileen apretó la quijada esto apenas comenzaba. El contrario la miraba con burla, la espartana apretó la lanza en su mano. Arremeter contra el enemigo, esté se defendió con su brazos dejando al descubierto su piernas. En mi movimiento pateó sus rodillas obligando a flaquear. Con su lanza atravesó su pecho.

La sacó del cuerpo para lanzarla hacía el persa que luchaba contra su padre. Esté acto provoco que atravesará la cabeza del enemigo.