➥ Capitulo 07

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Su cuerpo dolía como los mil demonios, cada respiración que daba se convertía en su peor agonía. No recordaba nada de lo sucedido antes de encontrarse en ese luminoso lugar, su vista fue aclarandosé lentamente para ver todo a su alrededor. Estaba como en una especie de laboratorio, miro su brazo tenía unos cables extraños.

Su reacción no fue la mejor, tomando furiosa quitó con fuerza los cables rompiéndolos en el proceso. Se reincorporo dejando ver su fornido cuerpo femenino ahí se dió cuenta de que no llevaba nada puesto.

Quién había sido él, mal nacido que se atrevió hacerle eso sentiría su más grande ira. Se consideraba sangrado cuando se refería haber el cuerpo de otra persona en pocas prendas.

Los pasos hicieron que Eileen se pusiera alerta, tomando lo que parecía un fierro de metal para defenderse. Por las cortinas cruzó un hombre con vestimenta extraña, en su hombro derecho llevaba una pequeña paloma mientras que en sus manos traía en si lo que parecía un portapapeles donde hacía sus apuntes.

En aspecto físico lo consideraría atractivo no como los hombres espartanos, pero era algo.

El hombre abrió la boca sorprendido, dejando caer el portapapeles al suelo. Eileen se encontraba en posición de combate apretando el agarre en su arma.

— ¡Es un gusto conocerte, princesa Eileen! —en ese momento y no sabía como. El hombre ya se hallaba estrechando manos con ella, ignorando el hecho que no traía nada puesto.

Notando que ella era un poco más alta que él, por unos cuantos centímetros.

— ¡Te he estudiado durante mucho tiempo! ¡Pensé que tú mención en los libros de historia, eran erróneas pero estaba completamente equivocado! —hablaba tan rápidamente que la azabache apenas y lo entendía.

— ¿Quién es usted? —enarco una ceja en señal de indiferencia.

— ¡Lamentó mi descortesía! ¡Soy Nikola Tesla, nunca habrás escuchado de mí. Nací siglos después que usted, alteza! —dijo energético sin borrar aún su sonrisa.

— Con Eileen basta.

— ¡Es en verdad asombrosa como lo dijo, Brunhilda! ¡A pesar de tener cicatrices es usted muy hermosa! —alabo para comenzar a dar vueltas en círculos midiendo cada ángulo de la espartana—. Tenía razón los espartanos tienen una excelente condición física. ¡Porfavor permíteme experimentar con tu cuerpo!

— Creo que ya es suficiente señor Tesla, agobiara a la princesa Eileen. Recuerde que son de diferentes épocas ella no entiende del todo las palabras que está diciendo —aclaro una valkyrie entrando al lugar—. Es un gusto conocerte en persona,
Eileen de Esparta.

𝐖𝐎𝐍𝐃𝐄𝐑 𝐆𝐈𝐑𝐋; ApoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora