𝐖𝐎𝐍𝐃𝐄𝐑 𝐆𝐈𝐑𝐋; Apolo

➥ Capitulo 05

️

“ Las estrellas brillan en el cielo, ojalá está batalla terminará ”

Su madre siempre le decía que había sido bendecida por los dioses, su destino en sí era morir apenas y tenía unos días de vida pero no fue así luchó por su vida y sobrevivió.

Cuando dió sus primeros pasos su padre supo que no iba hacer como los demás espartanos. No por ser algo peculiar apenas y era una bebé sinó por el aura que siempre acompañaba a está en cada logró que tenía sin mencionar la peculiar marca que iba tomando posesión a un lado de su rostro.

«El bello corporal, hace atractivo al guapo y temible al feo»

Era una frase que su padre le repetía al momento de cortarse el cabello, Leónidas siempre la defendió de las críticas de la sociedad hacía su persona, el hecho que una mujer estuviera en el ejército y peleará en la guerra estaba mal en aquella época y más si se trataba de la princesa de Esparta.

"Princesa" fue una etiqueta que atormento a Eileen por mucho tiempo, no podía hacer mucho porque era hija de Leónidas y esté último te partiría el cuello si le hacías algo a su retoño aunque no mostrará muchas emociones en público a Eileen. Leónidas tal vez no había sido el padre más amoroso pero era sobreprotector en ocasiones si lo consideraba demasiado peligroso para su hija, pero era consciente de que era un espíritu libre y no podía retenerla toda su vida. Una vez intento comprometerla por petición de su esposa Gorgo, pero acabo mal con un joven con el brazo roto.

Eileen era la heredera de Esparta, así había decretado él. A pesar del nacimiento de su segundo hijo el puesto de rey se lo daría a ella.

La noche antes de partir a la batalla Leónidas acompañado de su hija habían ido al oráculo, sobre su Esparta merecería la victoria o la derrota, a pesar de la verdad y las advertencias del oráculo, Leónidas había partido con 300 de sus soldados
espartanos hacía el norte.

La joven azabache mantenía su cabeza en blanco por las palabras del oráculo, pero si podía morir con la gloria y victoria de Grecia, no tenía nada que perder.

Solo sentía lastima por dejar a su madre y su pequeño hermano, esperándolos en casa sabiendo que no iba a regresar.

Se colocó en casco antes de salir detrás de su padre, mientras los soldados se hacían a un lado dejándolos pasar, algunos todavía no estaban de acuerdo que la princesa estuviera en ese lugar pero sus opiniones le valía un carajo.

— ¡Por la gloria! ¡Por Esparta! —grito alzando su lanza el resto de sus camaradas imitaron su acción.

Solo quería cerrar los ojos y que todas estás muertes terminarán, Eileen por primera vez en su vida se había arrodillado y suplicado a los dioses su ayuda, mientras que esa noche el cielo estrellado ardía con fuerza, solo las estrellas y los dioses escucharon esos lamentos la noche antes de partir.

Pelearía no solo por Grecia, sinó por la libertad y seguridad de su tierra de su país, Esparta.