➥ Capitulo 20

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ギャンブル


— ¿No creé que debe interferir señora Hera? —pregunta una hermosa mujer de cabellos dorados y ojos de mismo color.

Ella era Hypnos diosa de los sueños, esposa del fallecido tirano de los mares.

Hera la mira con detenimiento.
— Hay veces querida Hypnos que necesitas darle un porción de su propia medicina a los demás.

— Pero...

— Hypnos querida guarda la calma si algo sucediera te enviaré a ti a detenerlo —aclaro volviendo su vista a la pantalla donde se proyectaba la pelea—. El mundo de los sueños suena un buen lugar, ¿no?

La de orbes doradas asistente en silencio, pues los restos de su querido esposo se encontraba ahí.

Volviendo al ragnarok Eileen se mantenía en silencio ante aquella propuesta su estómago se sentía extraño.

Inhaló y exhalo hasta calmarse no podía darle la espalda a la humanidad ni a su pueblo, ni mucho menos a su padre.

— Debo admitir que es una propuesta tentadora.

Miro su mano antes de llevarla a su sien peinando su cabello hacia atrás con la sangre que tenía.

El dios del sol la miró en silencio es que acaso esa mujer no dejaba de verse hermosa con cada segundo que pasaba dentro del ragnarok.

— Pero uno nunca se para delante de Esparta.

Su respuesta hizo que la humanidad gritara aliviada ya que no abandonaría su batalla.

« Que hipócritas »

Pensó viéndolos sin ninguna emoción.

Apolo sonrió con tristeza al saber que esa sería su respuesta.

— Juntos quemaremos nuestras almas hasta saciar nuestro corazón —dijo la deidad poniéndose en posición de combate. "Abrazo del sol de medianoche" ese era el nombre de esa técnica.

— Ei-chan... —Geirölul aparece alado de la espartana—, Ese tipo definitivamente... Lo mataré.

Dijo con una mueca de desprecio plasmada en su rostro.

La falange de Eileen se transforma de hoz de una cadena a martillo y escudo, y ésto se debe al deseo de Eileen y Geirölul de querer "destrozarlo".

Apolo sonrió con desganada y dijo.
—¡Me tienes arrastrándome, querida!

Estaba abrumado incluso antes del abrazo de medianoche. Entonces el besa sus puños y grita el siguiente nombre.

— ¡Artemisa!

Una abrumadora luz extraña ciega a todos los espectadores momentáneamente. En ese momento la luz desparece y se revela una enorme estatua "Sombra lunar de Artemisa" ese era su nombre de ducha diosa ya mencionada.

Eileen frunce el ceño al ver como la enorme estatua abre sus brazos y produce unos hilos que envuelven la mano izquierda de Apolo, para luego obtener un arco conectado a la estatua.

El dios del Sol tira del arco desatando la técnica "Flecha de luz".

La espartana observa analíticamente los movimientos del adversario, la multitud se llena de revuelo.

En ese momento Apolo hace un movimiento de dedos lanzando una flecha a una velocidad imperceptible. Ninguno de los presentes la vió, pero para la espartana fue como en cámara lenta.

Al igual que con el dios del sol, ella se movió a una velocidad que no podía ser apreciada por el ojo humano a simple vista.

— Increíble la princesa Eileen a logrado esquivar el ataque de Apolo. —dijo Ares temblando.

No habla visto nada igual.

Zeus y Hermes permanecen en silencio dándole la razón; por una parte Zeus sabía el porque, la bendición de Hera; había vuelto a esa humana a la imagen y semejanza de un dios.

Casi igual con lo ocurrido con Adan.

El anciano sintió un escalofrío al recordarlo.

— Geirölul por favor transformarte en una lanza —pidió la azabache.

— Pero Ei-chan...

— Haremos un ataque directo no importa si mi cuerpo termina destruido en el proceso.

La quinta valkyria resignada acepta.

Desde las gradas Leónidas se tensó al ver lo que estaba apunto de hacer.

« Eileen... »

Apolo lanza otra ráfaga de flechas que son esquivadas hábilmente por la espartana.

Eileen se había convertido en la primera persona en no solo esquivar una, sinó varias flechas doradas provenientes de la estatua. Lo cual asombra a Apolo, Zeus, Hermes, humanos y dioses por igual.

— Ei-chan sin importar cual sea el desenlace de la batalla quiero que sepas; que permaneceré a tu lado hasta el final.

Eileen ensancha una sonrisa al oírla.
— Y yo quiero que sepas que fue un honor pelear contigo mi señora.

Geirölul sonríe convivida por las palabras de la humana, y así ambas esperan pacientemente el fatilico desenlace de la batalla.

𝐖𝐎𝐍𝐃𝐄𝐑 𝐆𝐈𝐑𝐋; ApoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora