—Maldito italiano—murmuré para mi misma luego de que escuchara el buzón de voz.
—¿Con esa boca planeas besarme?—su voz me hizo alzar la cabeza.
—Nadie planea besarte, Antonelli. Baja ese ego—él sonrió antes de pasar sus brazos por mis hombros. Yo pasé los míos por su cintura. Lo extrañé.
—Mi sei mancata così tanto, ragazza mia—sentí sus labios sobre mi cabeza.
—Te llame 5 veces esta semana y no me respondiste ninguna llamada—intente separarme del abrazo, cosa que fue inútil porque me apretó más contra él—. Kimi déjame ir.
—Lamento no responderte, estaba ocupado.
—¿Me sueltas?
—No.
A lo lejos vi a Oliver. Se me olvidó comentar que estábamos en el paddock de fórmula 2. Ollie nos invitó a verlo correr este fin de semana.
—¡Bearman!—Grite hacia este. El miró hacia donde estábamos Kimi y yo. Empezó a reír antes de caminar hacia nosotros. Al llegar este a donde nosotros, solo me dió unas plamaditas en el hombro y luego saludo a Kimi como si yo no estuviera atrapada en sus brazos— ¿Enserio? ¿Y yo qué?
—Eso te pasa por no ir a la última carrera y dejar a tu novio plantado.
—Primero, no es mi novio—comencé yo, más Kimi me interrumpió. Al final volví a pasar mis brazos por su torso, volviéndolo a abrazar.
—Aún...—dijo el italiano.
—Segundo—abofetee la cabeza de este—, tenía examen y sabes muy bien lo mal que me fue.
—No es excusa—dijeron al unísono.
—Como sea.
Creo que lo qué pasó después nadie se lo esperó. Agarré el teléfono de Kimi y salí corriendo hacia el box de Dams racing buscando a Arthur. Los mecánicos al verme tan desesperada, me dijeron que este estaba en el baño, que lo esperara en su cuarto. Digamos que muchos me conocen por ser de las pocas y primera chica en el paddock.
Unos segundos más tarde entró Arthur.
—¿Camila?—alcé la cabeza.
—Te juro que no hice nada.
—¿Segura? ¿Por qué tienes el teléfono de Antonelli en tu mano?
—Hola Arthur, ¿como estas? Yo estoy bien, gracias por preguntar—dije con falso entusiasmo.
—Lo siento—dijo antes de darme un beso en la cabeza y sentarse a mi lado recostándose sobre mi— entonces, ¿vas a responder mi pregunta?
—Salí huyendo de Kimi.
—¿Andrea? ¿Que te hizo a ti, además de enamorarte?
—Dios, dejen de asumir que me gusta.
—Te gusta.
—¿No...?— me tembló la voz.
—Te gusta—casi pude sentir su sonrisa—. Eres fatal pretendiendo que no son nada.
—Oh, cállate maldito monaguesco— dije lo último en español.
—¿Con esa boca besas a tu novio?
—Es suficiente. Me voy.
Saqué a Arthur de encima de mi y salí del box. Con la poca dignidad que me tengo, caminé hacia Prema, donde supongo que están Kimi y Oliver. Antes de entrar al box, alguien me agarró de la mano y me llevo detrás de unos trailers.
—Si me querías secuestrar, Kimi, solo tenías que decírmelo, no me iba a oponer—el se volteó a verme y me agarró la cara—. Alguien nos puede ver.
—¿Y eso a mi qué?
Sonreí antes de besarlo. Sentí su mano por cintura y como alzaba un poco mi camisa para tocar mi piel, una costumbre que tiene este.
—Son 150 dólares que me debes, Oliver.
El italiano y yo nos separamos. Vimos como Bearman le daba unos billetes al menor de los Leclerc.
—¿Apostaron por nosotros?— pregunté con la boca abierta.
—¿Que tenían una relación secreta? Si.
Le teléfono de Kimi comenzó a sonar indicando una llamada. Yo lo saque de mi bolsillo y se lo devolví.
—Es mi mamá. Ciao mamma—me dejó un beso rápido en los labios antes de irse a hablar con su madre.
Sentí el calor subir a mis mejillas.
Sin duda alguna me traía loca.
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F1 One-shots
Fiksi PenggemarHistorias cortas que surgen en mi momento menos esquizofrénico a las 3 am :v F1, F2 y F3 #1 ollie bearman