Pov Dante.
Resiste...
Amigo resiste...
Abre los ojos Dante...
Escucho simulaciones de voces a lo lejos, mis ojos están abiertos ¿por qué me piden que los abra? Solo veo a Daria frente a mi extendiendo su mano y llorando. Me siento tan mal que no puedo pensar más allá que en el hecho de que le debo la vida a esa chica, perdió la de ella por una causa que no le pertenecía. Doy un paso en su dirección y medio sonríe con empatía. Estoy tranquilo, sé que es lo que debo hacer, por eso solo comienzo a avanzar.
— Dante...
Me detengo, en seco. Ahora volteo a ver y Anastasia está del otro lado, viéndome con una hermosa sonrisa e irradiando el aura de luces más bello que he visto.
— Es tiempo de volver a casa.
Lo deseo, no es deber, es lo que quiero hacer, lo que pide a gritos mi corazón, volver a casa con ella de la mano y con mi pequeña en brazos. Miro en dirección a Daria y sonríe, seca sus lágrimas y me dice adiós, una luz blanca la atrae, es molesta para mis ojos así que los entrecierro y cuando los vuelvo a abrir, ya no está. Siento una sensación de melancolía pero también creo que se debe seguir con el curso del destino, camino en dirección a Anastasia, agarro sus manos y me regala la más hermosa sonrisa.
— Abre los ojos. — susurra en mi oído.
Los abro, ahora entiendo por qué me pedían que lo hiciera. La realidad que veo es completamente diferente a la que veía en mi mente. Aquí afuera todo es un caos, pero el alivio en la mirada de Flavio es reconfortante.
— Lo tenemos! Está de vuelta! — grita emocionado. — Estás aquí amigo. — pega su frente a la mía llorando.
— Hay que moverlo de aquí. — habla Rubén quien llegó ahora a mi lado.
Estoy aturdido, no entiendo nada, me siento tan desorientado que mi cabeza pesa.
— Estarás bien Dante, no te preocupes. — me asegura Flavio.
— ¡Óscar, ayuda! — lo llama Rubén, mi amigo llega y se ve conmovido y emocionado al verme. — A la cuenta de 3 lo levantamos con cuidado, ¿bien? 1, 2, y 3...
Hacen fuerza para despegar del suelo mi cuerpo adoloridos y casi muerto. Está tan entumecido y dormido que siento que mi cabeza flota en el aire sin nada que la sostenga. Caminan fuera de esta cabaña lo más rápido posible, Óscar me pide que no cierre los ojos cuando nota que los párpados me pesan y solo necesito descansarlos.
— La ambulancia está en camino. — Renata llega corriendo. — ¡Dios santo! — cubre su boca y exclama al verme en las condiciones que me encuentro.
— Todo va a estar bien amigo. — esta vez me lo asegura Óscar, se ve muy afectado.
Envío una señal a mi cerebro para que reaccione del todo, necesito hablar y por más que lo intento no me deja, hago un sobre esfuerzo para lograr decir lo que he quiero desde el momento en que abrí mis ojos.
— Ana... Anastas... Anastasia...
— Ella está bien amigo, esperando por ti. — me responde Flavio.
— Llegó la ambulancia. — anuncia Renata.
Mientras los paramédicos me colocan con máximo cuidado sobre la camilla, observo a mi alrededor. Guardan dos cuerpos dentro de dos bolsas negras, Mateo no está aquí y esto me preocupa, pero siento como me inyectan algo para calmar el dolor pero en realidad ya no lo sentía, como dije, mi cuerpo estaba dormido quizás por la fiebre.
Flavio se sube en la ambulancia al igual que Renata y rápidamente sale a toda prisa. Mi amigo me ve y llora al igual que la gemela, quiero decirles algo pero no tengo fuerzas, solo me quedo quieto hasta que solo caigo en un profundo sueño.
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En la paz de tus brazos
RomanceNuevos sucesos comienzan, pero no solo para nuestra chica Collins, el agente Dante es obligado a revivir su pasado y se encuentra con una historia completamente diferente a la que conocía o al menos creía conocer... Descubrir que tu vida ha sido una...