capítulo 9 Sorpresa

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Irina está feliz, Flavio está reaccionando mejor y ya hasta sonríe. El médico explicó que es un proceso lento, pero lo importante es que él sienta el apoyo de las personas que los queremos. Araceli y Faviola, la hermana acompañarán a mi prima hoy a hacerse una ecografía. Quería estar con mi prima en este momento pero sabe que estoy súper atareada mientras Mateo, Dani y yo preparamos la fiesta sorpresa para Araceli. Emy y Estefany deben de estar al llegar, obvio volaron para acá para celebrar juntas el cumpleaños números 20 de nuestra amiga la más random. 《Río al pensar eso》

— Amor, me voy con Óscar a las oficinas. — Dante me besa y acaricia mi mejilla. — ¿Estará todo bien por aquí?

Últimamente está muy preocupado. Los chicos aceptaron un trabajo que les ofreció Ruben, se unieron a la CIA pero no sé por qué esa idea me asusta. Sé que pasaron cosas en Houston por lo cual ya no estamos ahí y quizás esta decisión de volver a la acción no sea la mejor, y peor aún al pensar en la situación en la que se encuentra Flavio hoy, ese atentado no fue una casualidad aunque Dante se empeña en esconderme cosas, no soy tonta.

— Obvio todo estará bien. Tu perro sabueso está aquí vigilando. — pongo los ojos en blanco mientras me refiero a Mateo. Creen que soy tonta y no me he dado cuenta.

— Ah, si es así no tengo de qué preocuparme. — se burla y lo golpeo en el pecho, ríe.

— ¿Cuándo será el día en que me digas por qué tenemos que estar vigilados?

— Dame tiempo. — ahora está serio.

— Es la único que hago.

Me alejo de él. Es tan frustrante esta posición de Dante. Solo me pide tiempo y que confíe en él pero no lo noto muy receptivo con respecto a la confianza. Somos una pareja y no solo para vivir juntos, besarnos y follarnos, tenemos que apoyarnos y ayudarnos el uno al otro a cargar con nuestros problemas. Sé que parezco una chica frágil, o él puede tener esa idea sobre mi, pero no lo soy. Creo que soy más fuerte de lo que he mostrado ser, solo que él llegó a mi vida en un momento de vulnerabilidad ya que muchas cosas habían pasado.

— Anastasia no te pongas así. — llega a mi lado.

— ¡Ana ayuda aquí! — me llama Dani.

— Ve al trabajo, tengo cosas que hacer, hablamos luego. — le digo y paso por su lado pero me agarra de la mano.

— Te amo. — pronuncia. Parece que necesita que yo crea eso, y si lo hago.

— Si, gracias.

Suspira cuando le doy solo esa respuesta y me alejo hacia donde están mis amigos. De reojo lo veo marcharse y cuando la puerta se cierro me siento en el piso. Mateo me ve pero no dice nada, sigue inflando globos, lo observo.

— Pleneaba preguntarte pero sé que tú tampoco me dirás nada. — le hablo. Solo se encoje de hombros. — Manada de idiotas. — susurro.

— Amiga, aprende a vivir así, son los chicos que nos tocaron. Yo ya ni me molesto en preguntarle a Óscar que sucede siempre que llega en las noches con los ánimos por los suelos y preocupado.

— Solo deben de confiar en nosotros. — dice Mateo mientras hace un nudo al globo.

— Y ustedes ¿no pueden confiar en nosotras? — hablo molesta.

— Mmmm, estas a tiempo de seguir a tu novio y darle el sermón a él ¿sabes? — me dice mientras agarra otro globo y lo comienza a inflar.

— No responderé a eso.

Me pongo de pie y me encamino a mi habitación.

— ¿A dónde vas? — me llama Dani. — Hay mucho que hacer.

En la paz de tus brazos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora