Despertaba sudoroso y agitado, era lo mismo cada maldita mañana, anteriormente era una vez cada dos semanas, luego una cada semana, dos o tres veces a la semana, pero ahora sucedía cada maldita noche, inclusive los chicos comenzaban a notar que algo no estaba bien con él, pero les atribuía que era por el excesivo trabajo que están teniendo estos meses y en especial estos días.
-Hyung me dijo que viniera a despertarte, pero veo que te me adelantaste. -Namjoon levantó la mirada, encontrándose a Jimin en el umbral de la puerta.
-¿Te sientes bien?- Se acercó al mayor preocupado, notando sus ojeras y ojos algo irritados.
-Sí, dile a Hyung que iré enseguida. -El mayor de la maknae line dejó a Namjoon, yéndose nuevamente hacía la cocina.
-¿Lograste despertarlo? -Bromeó Taehyung.
-De hecho ya estaba despierto cuando llegué. -El tono preocupado que usó no pasó desapercibido para ninguno.
-¿Qué sucede? -Preguntó Hoseok.
-No lo sé, lo noté extraño. -Respondió igual de preocupado.
-¿Qué tan extraño? -Ya no pudo responder la pregunta de Yoongi, porque escucharon los pasos de Namjoon acercase.
-Hola. -Saludó con voz adormilada. Se sentó al lado se Jungkook y este rápidamente le pasó su desayuno, queriendo compartir con él.
-Gracias Kookie, pero no tengo hambre.
-Come al menos un poco, vas a necesitar energía. -Intentó convencerlo el mayor del grupo, pero Namjoon solo negó.
-En verdad no tengo hambre.
-Déjalo, al rato tendrá hambre. -Dijo Yoongi, no queriendo agobiar demasiado al líder.
Los demás desayunaron intentando no ser demasiado obvios en observar a Namjoon, por que realmente se veía mal.
Luego de unos minutos, los siete se prepararon para ir a la empresa, un vehículo de Hybe fue a buscarlos, por lo que se fueron todos juntos. Notaron lo callado que estaba el líder y los incontables bostezos que soltó durante todo el camino.
A penas llegaron, ya estaban esperando al líder y se lo llevaron a quien sabe donde durante todo el día. Como vinieron todos juntos, se esperaron nuevamente para regresar, ahora el único que faltaba era su compañero de lindos hoyuelos, mientras los maknaes fueron a buscar algo para comer.
-¿Creen que tarde mucho? -Preguntó Hoseok.
-Ni siquiera desayunó, espero que haya comido algo. -Dijo Seokjin. En eso la puerta del estudio del bailarín principal se abrió, dejando ver al de hoyuelos.
-Hey. -Hoseok lo saludó con su habitual sonrisa. Sonrisa que se borró cuando vio el rostro del menor.
-¿Qué sucede? ¿Te sientes mal? -Los otros dos mayores también se acercaron preocupados.
-Hey, Joonie, dinos. -Notaron como el labio del menor comenzó a temblar, siendo claro aviso de que estaba por llorar.
-Ven aquí. -Yoongi lo atrajo hacía él para abrazarlo, notando los primeros sollozos siendo amortiguados en la curvatura del cuello del mayor.
-Shh, vamos a sentarnos ¿sí? -Con delicadeza llevó a Namjoon hacía su escritorio y se sentó en la silla giratoria para que el menor se sentara en su regazo.
-E-estoy muy cansado...Hyung. -Los sollozos se hicieron mas fuerte, aún cuando intentó callarlos.
-Shh, llora todo lo que quieras, estamos aquí, tus hyung están aquí. -El llanto del menor solo aumentó ante las palabras de Seokjin. Acarició sus mejillas empapadas con suavidad, notando aún mas las grandes ojeras que tenía.