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-Siento que mi estómago va a explotar.

El pequeño deja caer su cabeza contra la mesa.

-Entonces ya no probarás los rollitos de canela. -contraataco.

En cuanto dejo la bandeja en el medio de la mesa levanta su cabeza tan rápido que casi se golpea con mi mano.

Reímos cuando su sonrisa se ensancha y coge un rollito.

No ha estado del todo equivocado. Creo que puedo decir por todos que estamos repletos de comida, después de haber cenado en casa de los Zhong no me veo capaz de comer un rollito, aunque se ven deliciosos. Sin embargo, Chenle lo hace y eso me hace feliz.

-Hey, déjame alguno a mí. -le dice Lucas.

-Yukhei, tú ya eres mayor y muy alto. -lo señala con su dedo adoptando una postura recta. -Yo estoy en crecimiento, necesito fibra.

-Eso no es-

-Pero entendiste a lo que me refería, ¿no?

El chino mayor le saca la lengua y Chenle se lo devuelve.

Lo he dicho muchas veces, estoy rodeada de niños.

-No te comas todo, deja alguno para mis tíos. Luego no podrás dormir con tanto dulce en tu sistema.

Lucas pica la mejilla de su primo -la cual está inflada por masticar- y rocoge los utensilios que pueda para desaparecer por la puerta que lleva a la cocina.

Eso me sorprende.

En todo el tiempo que he compartido con ellos -cuidando a Chenle- no he visto una solo ves en la que él se encargue de la limpieza. De hecho, es la primera vez en la que me encargo de darle de comer a Chenle y no estén los empleados de limpieza. Quitando todo pensamiento de más recojo los platos restantes y los llevo a la cocina, más es mi sorpresa verlo en el lavadero con el grifo abierto, está lavando los trastes.

Se voltea a verme y sonríe.

-¿Qué? -me dice.

Creo que mi expresión habla por mí.

-No es para tanto, si sé lavar trastes.

Carraspeo y desvío la mirada.

-Yo no dije nada.

Suelta una carcajada suave.

Todo me hace pensar que mantuvimos una conversación "normal". Si se le puede llamar así. Y eso es aún más sorprendente, porque siento que hay cosas que no están bien entre nosotros y no deberíamos simplemente olvidar y hacer como nada pasó.

Dejo los platos en la isla de la cocina.

-Solo usan el lavavajillas para los platos, mi tía cree que la limpieza en las cucharas, tenedores, palillos y vasos es esencial.

Me sonríe y deja al descubierto unos graciosos guantes de látex para lavar. La verdad es que siento que no sabe como usar el lavavajillas.

Asiento a lo que dice y sigo con lo mío. Los platos han sido colocados en el lavavajillas y el comedor acomodado gracias a Chenle que también se puso manos a la obra y ayudó a ordenar.

Ya más tarde, después de ver una película, acompaño a Lele a su alcoba para acostarlo, sí, esta vez no me he equivocado de habitación, y lo observo hasta que ha cerrado los ojos y su respiración se ha calmado.

Son casi las 11 de la noche cuando me despierto, me he quedado dormida en el sillón junto a la cama de Chenle, el cual si se ha quedado profundamente dormido. Dejo mi celular en mi regazo y estiro mis extremidades con un bostezo, eso amerita otra leve siesta, tal vez en el sofá de la gran sala, después de todo mamá vendrá por mí poco antes de que los Zhong lleguen.

Different || LucasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora