Different || Lucas

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Observo con cautela cada mínimo movimiento que hace, juega con sus dedos y evita dirigirme la mirada, enfocándola en la televisión, la cual se encuentra apagada. Es inútil que intente huir, ya estoy aquí y no dejaré que se escape sin que me cuente todo.

Con los brazos cruzados sobre mi pecho lo miro inquisitiva, él ha permanecido callado desde que llegué del instituto y le dije que quería hablar sobre el tema de ayer.

—Por el cielo, HyungSeo, puedes decirlo de una vez.

Estamos sentados en los sofás de la sala de estar, se encuentra frente a mí, así que es muy probable que con un simple movimiento de cabeza pueda ya verme directamente.

—No sé ni el por qué tardo tanto en decirlo, no es algo irrelevante. —suelta todo el aire comprimido y sonríe con gracia.

—¿Entonces?

—Conoces esa innecesaria pero valiosa tradición familiar que tienen los Moon. —hago un gesto de disgusto y asiento entendiendo el sentido de sus palabras y como resalta algunas con la voz. —Sabes que la abogacía me es tan insignificante como el hecho de tener que ejercerla solo porque sí. —suspira sonoramente y se acomoda en el sofá. —He audicionado y me han aceptado, voy a debutar en unos meses. Papá no lo acepta y mamá- ella no dice nada, en realidad.

Ser un Moon era un privilegio, según algunos.

Viniendo de una familia repleta de profesionales en los que destacaban más los que habían tomado la carrera de abogacía. Y no estaba de más mencionar que esa era la razón por la que tenían el ego por las nubes.

La familia de mamá era más extensa que la de papá, ambas tenían demasiadas diferencias, una de las razones por las que se acabó su matrimonio.

Desearía estar mintiendo pero la verdad era que la familia de mamá había tenido demasiada influencia en el divorcio.

—Eres el primero. —me recuesto por completo en el sofá y lo señalo con el dedo. —¿Lo sabes, verdad?

—Claro que sí, EunJi, pero no soy el primero en no quererlo.

No digo más porque sé que tiene razón.

A mi mente llega el recuerdo del caso de nuestra prima BokSun.

—Pero yo no voy a retroceder en mi decisión, ni aunque muchos me den la espalda. —aclara su garganta y sonríe. —Mi tía me ha brindado su apoyo y estoy más que agradecido con ella. Tu mamá es la única normal de esa familia. —y aunque nadie nos está escuchando, susurra lo último.

—¿Yo qué?

HyungSeo se levanta del sofá y va a abrazar a mi mamá, quien acaba de llegar de hacer unas compras.

—Es la mejor, tía.

—Creo que te confundes de día, mi cumpleaños es pasado mañana. —mamá entre-cierra los ojos.

—No tiene que ser su cumpleaños para recordarle que es la mejor. —mi primo abraza a mi mamá como un coala.

—¡Yah! Ella es mi mamá.

Kevin me enseña la lengua. Fingiendo indignación me acerco a ellos e intento separarlos pero mi primo pone resistencia.

Escucho las risas de mamá así que la abrazo por el otro lado. Mamá queda entre nuestros brazos y camina hacia la cocina.

—Niños. Parecen unos niños. —el siguiente paso que dá la hace balancear debido a que aún no la soltamos. —Se caerán las compras, déjenme caminar.

—¡No!

Mamá ríe más fuerte y solo niega con la cabeza.

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