Different || Lucas

不同 05 不同

Un brazo suyo se posó sobre mi cabeza haciendo muy notorio la diferencia de estatura.

Estúpido YukHei.

-Parece que ustedes se llevan muy bien, ¿Acaso ya se conocían? -canturreó Doyoung.

Retiré su brazo y lo miré mal. Estaba apunto de hablar pero él lo hizo antes.

-Sí, algo así. -volvió a sonreír y me miró.

-Vaya. ¿Y de dónde o cómo se conocen? -habló esta vez Jaehyun. Conozco muy bien ese tono de voz, el verme con Lucas le fastidió, en cierto punto me hacía sentir bien sabiendo que aún le importo, todo pensamiento se esfuma al recordar nuestra historia.

-Es una conocida de mi familia.

Era conocido por las personas del instituto que yo trabajaba de niñera, tampoco era algo que me avergonzaba pero hubo un tiempo en el que todos me llamaban Baby Sister.

Los chicos del equipo, amigos de Jae, eran los que me habían puesto el apodo. Al comienzo no me molestaba tanto pero al terminar con Jaehyun el apodo se usaba simplemente para molestarme, con toda la amabilidad del mundo mandé todo a la mierda y les pedí que dejarán de llamarme de esa manera.

La campana empezó a sonar.

-Ehm... No quiero llegar tarde a clase. Nos vemos luego chicos. -miré por última vez a Jaehyun y me fui.

↹۞↹

Terminé de guardar mis cosas en mi mochila para siguientemente colgarla sobre mi hombro. Esperé a Hayun en lo que volvía del baño.

-¿Necesitas ayuda con eso? -dije pasando mis dedos por mi cabello.

-Por favor. -asentí y cogí ambas muletas, se las pasé y ayudé a que tomara una buena postura. -No veo la hora de dejar esto.

-¿No crees que sería mejor que tomaras reposo en tu casa? Digo, cuando te quiten eso ya podrías caminar por lo menos más normal.

Ten rodó los ojos mientras negaba.

Si hay algo que admiraba de él, era que no le gustaba rendirse facilmente en nada, sé que estaba aquí por su voluntad, si fuera por su madre él estaría justo ahora recostado sobre su cama con un gran plato de comida con todas las atenciones del mundo. Era simplemente el hecho de que para Ten, usar las muletas era su reto.

Para su buena suerte nadie le hacía algún tipo de broma, se había ganado muy bien el respeto de todos que hasta juraría que todo el instituto sería capaz de autografiarle el yeso.

Hayun llegó, tomó su mochila pasándola por sus hombros, yo cogí la mochila de Ten y salimos los tres juntos del aula. Al salir del instituto nos encontramos con la madre de Ten. Era una mujer muy dulce y amable.

-Buenas tardes señora. -ambas hicimos una inclinación. Ten se acercó a su madre y la saludo dándole un beso sobre su mejilla, la señora nos sonrió.

-Buenas tardes señoritas, gracias por ayudar a mi hijo. -fuimos hasta el aparcamiento del instituto.

Le entregué la mochila y ayudamos a que Ten subiera al auto de su mamá, una vez nos despedimos de ambos, Hayun y yo caminamos hasta la carretera.

-Nos vemos mañana EunJi, mi padre ya llegó por mí.

-Hasta mañana. -besó mi mejilla y salió corriendo hacia el auto de su padre.