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Era increíble saber que tenía descanso en viernes, ¡Viernes! La semana había pasado volando.
Claro que todo bajo una condición. Y es que solo a mi abuela se le ocurría innovar su local, que de por sí le daba muy buenas ganancias porque a esta le gustaba consentir a sus nietos menores y uno que otro hijo.

Trabajar un domingo no era un lujo mío y mucho menos sabiendo que no voy a “trabajar” precisamente. Tendría que ayudar con la remodelación de la cafetería. Adiós fin de semana.

La noticia de que la próxima semana conocería a la nueva pareja de mamá me traía la curiosidad en lo alto, ¿El hijo del pretendiente de mamá vendría a ser algo así como un hermanastro? O bueno, hermanastros; fue el mínimo detalle que a mamá se le olvidó contarme, aquel hombre tenía dos hijos. Por lo que sé y de lo que mamá solo me habló es de que el mayor tiene mi edad, ahora, el menor puede ser un niño o una niña. Porque sí, a mamá también se le olvidó ese detalle. No estaba lista para todo esto. Resulta que mamá estuvo saliendo con aquel hombre desde hace ya unos meses y no me lo había comentado porque estaban tomando las cosas “lento”. Según mi mamá; es un viejo amigo de la secundaria.

—¿Solo llevará estos?

Veo a la chica detrás del mostrador que me sacó de mi ensoñación y asiento. Pasa los pocos productos por el aparato para después meterlos en una bolsa, le extiendo la tarjeta que mamá me dio antes de salir de casa.

Salgo del supermercado con las bolsas en manos y camino en dirección a casa.

Siendo precisamente un viernes me siento de lo mas normal, aún es temprano como para estar preocupándome por el tan dichoso ¿Qué usaré? A la mierda todo, nadie dijo que era una cita. Yo dije salgamos, pero el había dicho que quería tener un cita... ¡Conmigo!

¿Será una broma? ¿Una apuesta tal vez? El caso es que ahora puedo considerarme una mala hija por haberle mentido a mamá. No podía simplemente decirle: «Oye mamá, saldré con un chico que no es Jaehyun» Para mamá; Jaehyun era el único chico con el que me vería salir, tal vez por el resto de mi vida, es que nunca había sentido tanto interés por otra persona y eso ella lo sabía. Si bien le decía la verdad me pediría que se lo presentara y yo no quería eso, no por el momento.

Al ya haber llegado, libero mis pies de mis tenis y entro a casa, dejo la bolsa con las cosas que compré del supermercado sobre la isla de la cocina.

—Esta vez no demoraste tanto, rompiste un récord, naturalmente eres muy lenta para todo.

—Ya mamá. —tomo una manzana del recipiente centrado en la alacena.

—Hoy tengo mucho trabajo para casa, así que te quiero ver aquí antes de las ocho y media, ¿Está bien? Cenaremos con tu abuela.

—Sí mamá. No es para tanto, ¿Alguna vez he llegado tarde a casa?

—Tal vez cuando yo no estoy.

Niego con la cabeza. Después de que termina de preparar su té, recoge alguno de sus papeles y desaparece de la cocina.

↹۞↹

El tiempo había pasado demasiado rápido, al menos para mí. No puedo creer que me encuentro haciendo esto, justo ahora, yendo a paso rápido hacia aquel lugar donde me había citado exactamente. Se me había hecho tarde buscando que vestir.

La música del lugar empieza a hacerse cada vez más fuerte, ya me encuentro más cerca de la feria.

¿Qué se supone que le diga cuando lo vea? Me culpo por no preguntar si esto en realidad era una “cita”, tal vez solo sea una simple salida de amigos no tan amigos. ¿Entonces debería tratarlo como a un amigo? Ahora culpo a mis pensamientos por no dejarme tranquila en ningún momento.

Different || LucasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora