Different || Lucas

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Lucas

—Mamá dice que si no bajas, le dará tu comida al perro.

Cubro mi rostro con una almohada y suelto un largo suspiro.

—Chenle, no tenemos perro.

—Eso me ha recordado pedirle a mamá una mascota. —parece estar planeando como realizar su petición, porque aún no se ha ido. —¡Me comeré tu comida!

Y se va sin más, imagino que corriendo, dejando la puerta abierta...

No es de mi agrado que todos me vean sumido en mi "desgracia" como diría mi madre.

Mi tía había dicho "mal de amores" al verme llegar sin ánimos, solo hice una mueca que podría parecer una sonrisa en ese entonces. Nunca había tenido tanta confianza con las personas, ni siquiera con mis propios padres, pero mi tía me expresaba tanta confianza y es como si a ella no pudiera ocultarle nada, le había contado que me gustaba una chica, si bien no le dije quien era dudaba de que ella misma había sacado sus conclusiones al verme muy interesado en Eunji los primeros días de haberla conocido y como siempre le hacía preguntas sobre ella deliberadamente.

No estoy sumido en mi desgracia, estoy cuestionandome lo idiota que fui al hablarle de esa manera. Prácticamente la insulté.

Pero ella no me explicó nada, no trató de defenderse más.

Ya no veo porque darte explicaciones, después de todo, no somos nada.

Yo no la creía así, ni tampoco ahora, pero, joder para todo hay un pero.

Incluso pensé en disculparme por todo lo que le dije, en la salida, pero ese chico estaba ahí, en la entrada de la escuela buscando a alguien, eso pude notarlo.

Hwang Hyunjin, aquel delantero del equipo de Choong Ang.

Lo conocía, claro que lo conocía y no me agradaba en lo absoluto.

Eunji salió y él se le acercó, hablaron y se fueron juntos o eso fue lo que vi antes de voltearme e irme. Estuve muy enojado, no lo negaré. Y fue por eso mismo que me fui rápido, no sería del agrado de nadie, ni mucho menos mío, montar un espectáculo por un ataque de celos.

De todos modos debería hablar con ella, Dios, estoy seguro de que ella ahora no querrá verme, pero ¡Hey! no tengo toda la culpa, cualquiera pudiera equivocarse y ni siquiera estoy seguro.

Agarro mi teléfono del tocador al lado de mi cama y reviso los mensajes, más específicos nuestro chat, los últimos mensajes son míos y no han sido vistos, desde el sábado, estuvimos escribiéndonos normal pero de pronto dejó de responder, lo entendí, era el cumpleaños de su madre, pero entonces el domingo no respondió más, tampoco las llamadas. Después me llegó una notificación de la cuenta del "periódico de la escuela" aunque yo no lo llamaría así, las publicaciones, las etiquetas y los comentarios hicieron alterar mi cabeza. Tal vez fui poco razonable.

¡Mi cabeza va a explotar!

Estoy a punto de arrojar mi teléfono lejos de mi vista cuando en la pantalla aparece una llamada entrante. ‹Mamá›

No estaba de buen humor y tener una conversación así con mi mamá no era prudente. No muy convencido respondo la llamada, mi hermano está sobre todo.

—¿Mamá, pasó algo?

—¿Tiene que pasar algo para que yo quiera llamar y saludar a mi hijo?

Bueno, ahí está mi madre.

—Lo siento, ¿Cómo estás mamá? ¿Yangyang? Hace una semana que no hablo con él. ¿Dónde está?