Different || Lucas

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Tomaré las vacaciones de dos semanas
e iré a visitarte.

¿Quieres que te lleve algo?

Tu abuela te mandará muchos regalos.

Te extraño mucho, hija.

Siento no poder estar todo el tiempo
contigo.
>>

Han pasado casi cuatro meses desde la última vez que vi a mi papá, en las vacaciones que pasé en Busan. Si me lo preguntan, yo también lo extraño, mucho.

Es la primera vez que paso mucho tiempo sin verlo. Al vivir fuera de la capital se le complicaría viajar todos los días, por lo que verlo cada mes se me hizo costumbre, y yo entendía eso, hasta este año, y los meses sin verlo.

La comunicación no faltaba, ya sea a través de mensajes o llamadas telefónicas, siempre intentaba mantenerse presente y actualizado en mi vida.

Incluso eso había cambiado últimamente.

Habían excusas, disculpas y explicaciones de su notable desidia, yo traté de entender, porque decir que no tuve un pequeño resentimiento sería mentir.

Entonces la noticia de ver a mi papá de nuevo, después de tiempo, me emocionó.

—Eso es realmente bueno, Eunji, me alegra que no estés enfadada con tu padre, a veces el trabajo es difícil. —mamá expresa.

Se lo he contado en la primera oportunidad que tuve, a pesar de saber que ella probablemente ya lo sabía. Como dije antes, entre mis padres la comunicación nunca ha terminado por completo, y era muy normal el que se mantuvieran informados.

Mamá deja los platos sobre la mesa y se sienta en la silla, está bien vestida porque hoy tiene un juicio, en el cual ha estado trabajando las últimas semanas. Ha sido una suerte para ella que el juez en su caso haya dictado este día como el juicio, entonces mamá tendría el día libre mañana. Sí, ella realmente no quiere perderse el partido.

—¿Crees que mi comportamiento fue poco maduro la última vez que hablé por llamada con mi papá?

—Eres su hija, y está bien que te preguntes por su ausencia, además no fue una falta de respeto. —dice y bebe un poco de agua. —Yo creo que lo importante es que no están peleados.

Estoy de acuerdo con ella.

—Ahora come o no te dejo salir.

Suspiro.

Mi mamá ha adoptado esa frase desde la única vez en la que me salté el almuerzo por reunirme con unos compañeros a terminar un trabajo de la escuela.

Y es precisamente hoy, el día en el que nos reuniremos en la cafetería de mi abuela a preparar y hornear los cupcakes.

Lo cual sé que es mentira, porque lo más probable es que al final lo único que hagamos será decorar y empaquetarlos.

De todos modos, ya hemos quedado y he decidido darle una oportunidad a esto. También mucha fe.

Al llegar al primero a quien encuentro es a Yeonjun, quien llegó antes con mi abuela, esta última ordenando a su personal en todo lo que necesitaremos. Mi abuela fue muy amable en dejarnos todo su local para nuestro trabajo, incluso a sus mejores reposteros. Algo me dice que mis sospechas serán realizadas.

La hora acordada se acerca y la mayoría ya se encuentra presente. Dejo de lado al parlachin de mi primo en cuanto Yeji llega.

Cuando me acerco a saludarla siento un pinchazo de remordimiento por todo lo que estuvo deambulando por mi cabeza antes e intento animarme hablándole y enseñándole el local.