Después del encuentro que tuve con Odín las cosas se mantuvieron en calma por así decirlo.
Desayunábamos, almorzábamos y cenábamos juntos, a veces todo en silencio y otras veces hablaban entre ellos, solo así pasábamos los días.
Hasta que llego otra reunión y era mi oportunidad para intentar escapar por millonésima vez.
—Quédate aquí Elina, por favor — ese es Niels.
Le sonrió.
Obviamente que me quedare aquí.
El suelta un suspiro cansado antes de irse se acerca a mí y deja un suave beso en mi coronilla, lo hace tan natural que pareciera que siempre hacemos esto, él se despide y un escalofrío recorre todo mi cuerpo al tenerlo cerca.
Algo debe estar mal conmigo.
—No me moveré de aquí.
Escucho como se acercan los dos hermanos restantes, me miran por unos segundo y mis mejillas se sonrojan, mierda, cada vez que sus miradas recorren todo mi cuerpo me pongo nerviosa.
¿Es normal? No tengo idea, pero que tres hombres atractivos te rodeen y te miraran como si fueras su cena favorita puede llegar afectarte.
Ellos suben al ascensor y sus ojos son lo último que veo antes de que se cierre las puertas.
Y esta vez no me encerraron.
Debo encontrar algo para contactarme con mi hermana y decirle que tienen que esconderse, no puedo arriesgar a mi hija, de alguna manera sé que no serían capaces de hacerle daño a una niña, pero ellos tienen enemigos, si se enteran de que tengo una hija ellos serian capaz de traérmela y encerrarnos a las dos aquí hasta que recuerde algo.
Y aunque no pase eso no me quiero arriesgar.
Así que pongo manos a la obra con mi misión y pongo la casa patas arriba buscando un celular.
4 horas después...
Esos imbéciles saben dónde esconder las cosas para que yo no las encuentre.
Me siento en el sofá agitada y furiosa.
El departamento es un desastre en este momento y estoy segura de que están a nada de regresar, quizás si me encierro me pueda salvar de la furia de los tres hermanos, y definitivamente no voy a ponerme a limpiar, estoy agotada.
Me tenso al escuchar el ascensor, y antes de que se abra salgo corriendo a mi habitación justo como una niña pequeña, no tengo miedo de ellos, no me harían daño de eso estoy segura, pero quizás vienen acompañados o incluso puede que no sean ellos.
Y como sospechaba no lo son, veo por una abertura en mi puerta, es un hombre que lleva una máscara cubriéndole todo el rostro, y tiene una pistola en su mano, o se infiltro o los hermanos lo mandaron a asesinarme.
Mierda.
Antes de que se acerque a mi habitación salgo corriendo a la de Odín, es la más cercana a la mía y puede que encuentre una navaja por algún lado para defenderme o al menos intentarlo, aunque se matar a un hombre solo con mis manos en este momento no me puedo arriesgar, apenas y llevo solo una camisa de Niels y un par de medias que silencian mis pasos.
Escucho como abre la puerta de mi habitación de golpe y yo busco en la cómoda de Odín mi objetivo, vuelvo a respirar en cuanto siento el arma rozar mis dedos, sabía que esto estaría por aquí, escucho pasos acercándose y me cubro con la puerta.
El hombre entra a la habitación, su cuerpo esta tenso y me pasa por más de dos cabezas de altura, se ve que es fuerte y si no supiera como defenderme quizás ya estaría muerta en este momento.
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Oxígeno.
RomanceOxígeno. Algo que necesitamos para vivir, nuestros pulmones se llenan de él y gracias a aquello nuestro sistema funciona. Ellos para mi fueron Oxígeno. Me mantuvieron con vida cuando sentía que me ahogaba. Me sostuvieron cuando mis pulmones colapsab...