No sé si sentirme tranquila o querer salir de aquí corriendo.
Ellos me ven fijamente, Niels se encuentra alado de la ventana, Odín está al frente de mi camilla y Daven en el umbral de la puerta asegurándose de que no entre nadie a interrumpir lo que sea que vaya a pasar.
El silencio es casi asfixiante y si no sintiera el oxígeno entrar en mis pulmones no estaría segura de saber que estoy respirando, cada mirada demuestra un sentimiento diferente, pero al final llego a la misma conclusión, Niels intenta verse despreocupado, Odín parece estar analizándome y Daven intenta mostrarse molesto, lo que ellos no pueden ocultar bien es su tristeza, los tres llevan ojeras, sus cabellos despeinados y sus caros trajes embarrados de sangre y polvo.
Inevitablemente mis ojos se cristalizan, desvió la mirada ocultándolo, se ven destrozados y una voz dentro de mí me dice que es todo mi culpa, me trago las lágrimas intentando parecer tranquila, aunque mis manos tiemblan, mis pulmones arden en cada respiración que doy y parece que la anestesia en mi herida está disminuyendo con rapidez, por que duele.
Joder, todo duele.
—Elina, ¿en qué mierda estas metida? — Daven rompe el silencio abruptamente.
Lo miro un poco sorprendida por la manera en preguntarme las cosas, claro que yo no hubiese reaccionado diferente que él.
— Primero, no les debo explicaciones, pero ahora puede ser que necesite un poco de su ayuda para poder salir de esto ilesa.
Las facciones de Daven se endurecen, Niels ya no me mira, está concentrado en el gran ventanal, Odín juega con su navaja y todo es bastante tenso.
—Queremos saberlo todo, ahora. — ruge Daven.
—Durante estos años he trabajado en una organización encargada de contratar sicarios, asesinos a favor del cliente, la paga era muy buena, entrene durante unos meses y me prepare, no recordaba nada de lo que fue mi vida hace unos años atrás, solo que ese era mi objetivo, entre a la primera y trabaje para ellos, lo que supongo ya lo saben, la cuestión es que hace unos meses decidí salir de allí, se supone que lo había terminado bien, pero a ellos no les gusta perder a los mejores y ahora están detrás de mí, si no estoy con ellos, no puedo estar con nadie, claro que no planeaba aliarme a otra organización, solo necesitaba salir de ahí. — explico con rapidez el contexto de la situación.
—¿Por qué necesitabas salir? — pregunta Daven con la voz baja.
El fuerte recuerdo de él cantándome en nuestra boda llega a mi memoria para abrumarme, siempre fui su mayor fan, antes de que nos conociéramos decía que nunca cantaba por que al hacerlo demostraba sus sentimientos, su padre los había criado para el mundo de la mafia, y como el cliché que era, aquel viejo decía que era una debilidad demostrar sentimientos.
—Elina — insiste Odín acelerando el movimiento de la navaja entre sus dedos.
—Quería mi jubilación por adelantada, cosa que no salió como yo esperaba. — susurro lo último desviando la mirada.
Niels se ríe por lo bajo y mi corazón salta dentro de mi pecho, y parece que el hombre del que me enamore seguía detrás de aquel que entro con la mirada ensombrecida y la expresión más triste que alguna vez vi en su rostro.
Reacciono casi de inmediato al recordar como ellos llegaron donde estaba y sin dudarlo pusieron a sus hombres a que me persigan, me siento sobre la camilla sobresaltada, pero el fuerte dolor extendiéndose por mi pierna me hace arrepentirme de inmediato.
—Eso dolió — jadeo llena de dolor.
Niels se acerca a mi casi corriendo seguido de Odín, Daven da unos cuantos pasos y su mirada furiosa cambia a una preocupada, y mi corazón parece estar expuesto a más 60 grados que está a nada de derretirse dentro de mí.
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Oxígeno.
RomanceOxígeno. Algo que necesitamos para vivir, nuestros pulmones se llenan de él y gracias a aquello nuestro sistema funciona. Ellos para mi fueron Oxígeno. Me mantuvieron con vida cuando sentía que me ahogaba. Me sostuvieron cuando mis pulmones colapsab...