Capítulo 10 - Cambios inesperados

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La tensión flotaba en el aula, como si las paredes mismas guardaran secretos insondables. La realidad exigía mi atención,sin embargo seguía recordando los eventos del día anterior y la sorpresivo reportaje en el noticiero sobre mi regreso y el de Ethan a la escuela.

Todos permanecíamos en silencio, nuestras miradas cruzándose nerviosas mientras el rector pronunciaba los nombres que cambiarían el curso de nuestra rutina escolar. El destino trazaba nuevas líneas en nuestro camino, y cada uno de nosotros estaba a punto de embarcarse en un viaje incierto.

El rector, con una solemnidad que crispaba el aire, declaró que seríamos reubicados en otro salón. Un susurro de expectación se apoderó del grupo, pero la incertidumbre llenaba la habitación.

—Estimados estudiantes, como parte de una decisión institucional, hemos decidido realizar algunos ajustes en la composición de los salones. Este cambio busca fomentar un ambiente propicio para su desarrollo académico y personal. Como resultado, serán reubicados en otro salón— anunció el rector con una voz que resonó en la sala.

Fuimos nombrados: Marcos, Fhilip, Jenn, Ethan, Yuri Wong y yo.
El rector continuó explicando los motivos detrás de la decisión, describiendo la importancia de fomentar un entorno que propiciara el aprendizaje y la colaboración.

—En este nuevo salón, la Profesora Angélica se convertirá en su nueva tutora. Creemos que su enfoque educativo y su compromiso serán beneficiosos para todos ustedes— añadió el rector, marcando la designación del nuevo tutor con un toque de misterio.

El silencio que siguió a la designación del nuevo tutor fue palpable, como si el destino mismo estuviera sopesando la importancia de este cambio. La perspectiva de lo desconocido se desplegaba ante nosotros, y el próximo capítulo de nuestras vidas estaba a punto de escribirse en las páginas de un nuevo salón.

Nos pusimos de pie, arrastrando la silla en un murmullo colectivo que resonaba con un deje de molestia por el cambio inesperado. Fhilip, en particular, no ocultaba su disgusto, y sus expresiones de desaprobación acompañaron nuestro trayecto hacia el nuevo salón.

El aula se reveló ante nosotros, y el profesor Alberto Monzón, un hombre de aspecto serio pero amigable, nos dio la bienvenida. Dictaba clases de matemáticas y nos instó a formar grupos libremente, argumentando que esta sería una excelente oportunidad para conocernos.

Entre las miradas curiosas y los susurros de desconcierto, una chica con cabello rubio que casi rozaba el dorado, adornado con pecas, se acercó a Ethan con una mirada de asombro.

—¿Eres el famoso Influencer que está en todas las redes? —preguntó con entusiasmo, y Ethan asintió con una sonrisa tímida.

La chica soltó un chillido, llamando la atención de todos en el salón. Señaló a un chico que se acercaba.

—¡Amoshi, es él! ¡Es el Influencer! —exclamó emocionada.

Un chico se acercó y saludó con entusiasmo mientras miraba a Ethan con una mezcla de sorpresa y admiración.

—¡Hola! Soy Juan, y ella es Leydi, mi novia. ¿Podemos hacer equipo contigo?  Soy tu fan número uno —dijo Juan.

Ethan pareció emocionado al principio, pero la mención de "novia" lo hizo desanimarse sutilmente. Aun así, aceptó con una sonrisa.

—¡Claro! Este es Josh y Marcos. Nos conocemos desde siempre, y Marcos... bueno, lo conocí ayer —bromeó Ethan, generando risas.

El grupo se formó, y mientras Juan y Ethan se sumergían en una charla animada sobre videojuegos y transmisiones en vivo, el resto de nosotros nos acomodamos. Surgieron risas y bromas, y hasta el profesor Monzón sonrió ante la aparente buena conexión del grupo.

Amor + Tiempo = ¿Olvido?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora