Capitulo 21 - La fiesta

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Después de que la limusina cruzara las puertas de la mansión y se detuviera en la entrada, bajé con Ethan y Eleanor. El aire nocturno era fresco y el ambiente en la casa parecía más tranquilo de lo usual, como si todo estuviera sumido en una calma inquietante después del ajetreo de la rueda de prensa.

Caminé en silencio por el sendero de piedra hacia la puerta principal, todavía atrapado en mis pensamientos. Las palabras de Elena, sus indirectas y esa invitación a la fiesta seguían rondándome la mente. ¿Qué se suponía que hiciera? ¿Cómo iba a manejar todo esto? Justo cuando estaba por sumergirme aún más en esa espiral de confusión, la voz despreocupada de Ethan rompió mi concentración.

—Bueno, hermano, yo me iré a casa de los abuelos esta noche —anunció, metiendo las manos en los bolsillos y observándome con esa mirada calculadora que solía usar cuando intentaba leer mis emociones—. No sé en qué andas pensando, pero supongo que necesitas un poco de tiempo para ti.

Me detuve, procesando sus palabras. Lo miré sin decir nada, tratando de ver más allá de su sonrisa despreocupada. Siempre había sido así, Ethan. Aparecía cuando más lo necesitaba y desaparecía cuando creía que yo debía enfrentar las cosas por mi cuenta.

—¿La casa de los abuelos? —repetí, algo sorprendido. Rara vez se quedaba con ellos, al menos no sin una razón clara.

Asintió con ligereza, como si fuera lo más natural del mundo.

—Sí, me vendrá bien estar con ellos, y, de paso, te dejo espacio para que pienses. —Luego, me lanzó una mirada significativa—. Pero mañana en la noche estaré aquí. Recuerda mandarme un mensaje para acordar la hora de la fiesta, ¿sí?

Sus palabras me hicieron fruncir el ceño. El tono despreocupado de Ethan ocultaba algo más. Parecía como si él supiera exactamente qué estaba pasando por mi cabeza. Intentaba prepararme, dejarme solo para enfrentarme a mis propios pensamientos, para decidir por mí mismo.

Y entonces, sin siquiera planearlo, solté la pregunta que había estado quemándome en la garganta todo este tiempo.

—Ethan... —comencé, sintiendo mi voz más baja de lo habitual—, ¿crees que ya es momento de enfrentar el pasado?

El rostro de Ethan se suavizó por un instante. Su expresión se tornó seria, y por un momento pensé que iba a responder con alguna broma, como siempre hacía. Pero no fue así. Me observó con una mirada que reflejaba comprensión y preocupación a partes iguales.

—Eso depende de ti, Josh —dijo al fin, su voz firme pero sin rastro de juicio—. Nadie puede decirte cuándo es el momento adecuado, porque el dolor y los recuerdos no tienen un calendario que podamos seguir. Pero... —Hizo una pausa, como si buscara las palabras adecuadas—. Si sigues huyendo, tarde o temprano te alcanzará. Así que, tal vez, el momento no sea perfecto, pero sí puede ser el necesario.

Sentí un nudo en la garganta al escucharlo. La claridad de su respuesta me desarmó. Sabía que tenía razón. Durante años, había enterrado todo lo que pasó, esquivando las conversaciones, evitando las miradas, refugiándome en mi nueva vida como modelo, en todo lo que no me recordara a ese lugar y a esas personas.

Pero ya no podía correr más.

Ethan dio un paso hacia mí y me puso una mano en el hombro.

—Si decides ir a la fiesta, y hablar con Elena —añadió—, hazlo con la intención de liberarte de lo que te está atando. No lo hagas solo porque te sientas obligado. Si sientes que estás listo para enfrentar el pasado, hazlo, pero hazlo por ti. No por lo que otros esperan de ti, no por ella, y mucho menos por lo que puedas perder. Hazlo porque es lo que necesitas.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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