Amor + Tiempo = ¿Olvido?

Capítulo 13 - ¿Papá?

Bajé del avión con una mezcla de ansiedad y expectación. Mi padre, me esperaba en el aeropuerto, y al acercarme, noté que su mirada reflejaba una combinación de preocupación y determinación.

-Las cosas habrán cambiado desde tu partida, Josh -me dijo con voz firme, mientras caminábamos hacia el automóvil.

La atmósfera entre nosotros era tensa, marcada por los acontecimientos recientes que me habían llevado de vuelta a España.

Sentí el peso de sus palabras, consciente de que enfrentaría una realidad diferente a la que había dejado atrás.

Mi padre continuó mientras manejábamos hacia casa, sumergidos en el flujo de la conversación.

-Josh, tu madre y yo hemos decidido trabajar juntos, a pesar de que nuestra relación ya no es lo que solía ser. -Sus palabras resonaron con sinceridad-. Estamos aquí para apoyarte, para ayudarte a superar todo esto. También hemos pensado que, dado lo que ha pasado, podría ser beneficioso para ti recibir ayuda profesional.

Me quedé en silencio, procesando la noticia de la colaboración entre mis padres y la sugerencia de buscar ayuda.

Aunque la tensión persistía, al menos sabía que no enfrentaría esto solo.

Miré por la ventana del auto al cielo, tratando de procesar todo y no mortiificarme tanto.

Al llegamos ala mansión de la Familia D Santiago, mi padre y yo nos sentamos en el salón principal.

Sacó su teléfono y comenzó a reproducir un video que hizo que mi estómago se retorciera. Era la grabación del incidente con Chris en la fiesta, cada golpe, cada momento de frenesí violento, todo capturado en imágenes. No pude apartar la mirada.

-Josh, la verdad duele, pero es necesario enfrentarla -mi padre habló con seriedad-. Por suerte, tu madre y yo hemos hecho un esfuerzo para pagar a la plataforma digital y eliminar estos videos de las redes sociales. La última cosa que necesitas es que eso persiga tu reputación.

Asentí en silencio, agradecido de que estuvieran tratando de minimizar el daño a mi imagen. Sin embargo, la conciencia de mis acciones seguían ahí.

Miré a mi padre con ojos llenos de dudas.

-¿Soy una mala persona? ¿Soy un chico problemático o acaso estoy loco? -pregunté, buscando respuestas en su mirada.

Mi padre me sostuvo la mirada con calma y luego suspiró antes de responder:

-No, Josh, no eres una mala persona, no eres un chico problemático ni estás loco. Simplemente pasaron cosas, y esas cosas lograron absorberte. La verdadera prueba está en cómo eliges seguir adelante a partir de ahora. No permitas que un mal momento defina toda tu vida. Puedes cambiar y aprender de esto.

Mi padre puso una mano reconfortante en mi hombro y habló con determinación.

-Josh, para retomar tu vida como modelo, necesitas recuperar tu condición física. Voy a encargarme de tu entrenamiento. Además, he decidido que sería beneficioso que recibas ayuda de una psicóloga. No estás solo en esto, hijo, estamos aquí para apoyarte en tu proceso de recuperación.

Y de repente él me abraza con fuerza, y en ese abrazo siento una mezcla de alivio y dolor acumulado.

Las lágrimas escapan de mis ojos, como un río que no puede ser contenido. En silencio, reflexiono sobre cuánto daño he causado a las personas que amo y a quienes me rodean.

- Josh, me olvidé comentarte, alguien vino a visitarte y está esperándote.

Mi corazón da un vuelco cuando mi padre me dice que hay alguien esperándome el me guía hacia la oficina.
La figura está de espaldas, y un escalofrío recorre mi espina dorsal. La incertidumbre y el miedo se mezclan en mi pecho. ¿Quién podría ser?

No me revela su nombre, pero el temor se instala en mi mente.

¿Será alguien relacionado con el pasado? ¿Una conexión con lo que ocurrió en la escuela?

La ansiedad me envuelve mientras mi padre me conduce hacia ese encuentro inesperado.

Mi corazón parece detenerse cuando el chico se voltea y me enfrenta. La parálisis se apodera de mí por un momento.
Lo miro fijamente, buscando respuestas en su rostro. Entonces, esas palabras salen de sus labios, resonando en mis oídos: "Hola, Josh. ¿Cómo has estado después de tanto tiempo?"

La sorpresa y la confusión se mezclan en mi expresión.
¿Cómo puede ser que este chico, que estaba en coma tiempo atrás, esté de pie frente a mí?

Las preguntas inundan mi mente, pero por ahora, solo puedo articular un débil "Hola Nill".