Capítulo 15 - Solo palabras

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Nill saluda a mi madre amablemente, mientras ella lo mira asombrada, como si hubiese visto un fantasma y antes de que él diga algo si teléfono sonó, haciendo que se despida de manera abrupta y apresurada.

La atmósfera en la habitación se vuelve tensa cuando mi madre indica que mi padre debería retirarse, recordándole su relación exclusivamente profesional.

—John, creo que ya es hora de que te vayas. Sabes que no es adecuado que te quedes aquí —dice ella con firmeza.

—Sí, lo entiendo. Solo quería asegurarme de que Josh estuviera bien —responde él, con un dejo de resignación en su tono.

—Lo está. Ya nos encargaremos de él. Además, tú tienes tus propios asuntos que atender —replica mi madre, con determinación.

—Lo sé, pero no podía evitar preocuparme por él —insiste mi padre, su voz cargada de preocupación.

—Entiendo, pero ya es hora de que te vayas —sentencia mi madre, con firmeza.

—Está bien. Nos vemos luego, Josh. Cuídate —se despide mi padre, dirigiéndose a mí.

—Adiós, papá. Gracias por traerme —respondo, agradecido por su preocupación.

Observo el gesto de resignación en el rostro de mi padre mientras se despide, y luego mi madre se dirige a mí, su mirada cargada de preocupación y determinación.

—Josh, necesitamos hablar —dice con seriedad.

Asiento en silencio, preparándome para lo que viene a continuación.

—Es hora de que te instales, te pongas cómodo aquí —continúa, su tono firme pero compasivo.

Asiento de nuevo, pero mi mente está en otra parte mientras me dirijo a mi habitación para desempacar.

Mientras ordeno mis cosas, mi teléfono vibra con una notificación. Es un mensaje de voz de Ethan. Lo reproduzco y escucho su voz llena de arrepentimiento y disculpas por todo lo que ha sucedido.

La sorpresa se mezcla con una sensación de gratitud por su gesto inesperado.

Después de ordenar las cosa me senté a la mesa del comedor principal, solo para pensar en todo lo que estaba pasando...
Desde atrás mío logro escuchar la voz de mi madre :

—Josh, necesitamos hablar sobre lo que sucedió en la fiesta — se acerca a la mesa con una expresión seria.

—Lo sé, mamá. Fue un error —respondo, sintiendo el peso de mi culpa.

—Josh, esto va más allá de un simple error. No debió suceder y ahora tenemos que lidiar con las consecuencias —dice ella, su voz llena de preocupación.

Asiento en silencio, sintiendo la vergüenza y el arrepentimiento abrumándome.

—Voy a buscar ayuda especializada para ti, Josh. Necesitamos asegurarnos de que aprendas a controlar tus impulsos y manejar tus emociones de manera saludable —continúa mi madre, tratando de calmar la tensión en la habitación.

Ante la preocupación y el cuidado de mi madre, y las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos.

—Soy un monstruo, mamá. No puedo creer que haya hecho algo así. Soy un maldito monstruo —digo entre sollozos, dejando que mis emociones salgan a la superficie.

Mi madre se acerca a mi y me abraza con ternura, tratando de reconfortarme en medio de mi angustia.

—Josh, escúchame. No eres un monstruo. Eres un niño asustado que no supo lidiar con los problemas que viste y viviste. Solo necesitas encontrarte a ti mismo, aprender a manejar tus emociones y tus pensamientos. No estás solo en esto, ¿de acuerdo? Siempre estaré aquí para ti —susurra ella con voz suave.
—Todo esto en parte es mi culpa, no supe manejar todo esto, la marca creció, yo estaba siendo exitosa, tú eras todo un prodigio en el modelaje, el matrimonio, John, los viajes... Perdóname, no fui la madre que esperabas.

—Hay cosas que no se solucionan con palabras...— respondí soltando un suspiro

—Lose, lose — me respondió con voz triste

Me puse de pie y dejé la mesa yendo a mi nueva  habitación.

Para cuando cerré la puerta mis mejillas estaban cubiertas de lágrimas, me derrumbe por completo en el piso.

Ya no podía más estaba cansado de todo, sentía que por más que lo intentará nunca iba a cambiar y que las cosas solo empeorarían.

—Josh... Josh, son las 9 de la noche cariño, vamos a cenar— La voz de mi madre se escuchaba a lo lejos

Al abrir mis ojos y me di cuenta que me había quedado profundamente dormido, mi camiseta estaba súper húmeda y con sudor. Había llorado demasiado fuerte, me puse de pie para ir al armario por ropa más cómoda.

Al llegar al armario, me di cuenta que era mi viejo armario con fotos mías pegadas adentro. Se encontraban fotos que yo atesoraba mucho como por ejemplo yo en mi primera sesión de modelaje y fotos entrenando Basket con Ethan.

Cuando de repente sonó mi teléfono, conteste rápidamente sin mirar la pantalla, deseaba que fuese ella...

—Que tal mi Español favorito, hostia tío¿Te la estáis pasando genial?— era Ethan

—Sabes que nosotros no tenemos acento— respondí divertido

—Vamos viejo, no sea pringado

—¿Que quieres que te diga?, "hostia tío me la estoy pasando muy bien, si que mola regresar a España y tu tenéis los cojones bien grandes  para llamarme despues de abandonarme como todo un gilipollas" ¿Te parece bien así?

—Sabes no era necesario decir que te abandone— Dijo un poco triste

—Te entiendo y no pretendo discutir contigo, yo haría lo mismo si hubiese estado en tu lugar

—Tío, pero que cojones, soy tu amigo

—Eso no te impidió abandonarme

—No te abandoné...ehhh— Se detuvo a pensar.— Hice una retirada inteligente, para engañar al enemigo

—Si claro, Pilato— Le respondí serio

—¡Ey! Dijiste que no discutiríamos

—Pero, no dije nada sobre molestarte

—Eres un...

—Un ser altamente inteligente, si lo soy, por algo me dicen cientifico— Le interrumpí

—No, iba a decir gilipollas... Que harás ahora ¿Te quedaras para siempre?

—Será momentáneo, una temporada mientras resuelven todo con el director

—¿Soborno?

—Púdrete Ethan, hablamos después

—¡Ey! Fue broma

—Tengo que cenar

—Josh

—Se está yendo la señal

— No inventes estamos en pleno siglo veintiuno, ya no se cortan las señales

—Oops. —le corte riéndome a carcajadas

Amor + Tiempo = ¿Olvido?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora