Capítulo 1 - La maldita escuela pública

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Trato de apresurarme, yo no pienso llegar tarde a clases hoy. La razón no es que me emocione por ir temprano, es una escuela pública y eso es lo peor, pero, ya he faltado una semana, llegar tarde no es una opción.

Salgo corriendo a la puerta y lanzó un grito: - ¡Ya me voy mamá! - abrí la puerta y de repente oí una voz tras de mí.
Como un aliento frío de muerte dijo:


- No te irás sin almorzar...

Era mi madre, la miré fijamente y acentando con la cabeza la seguí hasta el comedor, me senté a la mesa y ella dijo:


- ¿Emocionado por ir a la escuela?

Regresé la mirada hacia ella y respondí:



-Por supuesto, estoy emocionado por ir a la escuela pública ¡Yupi! - Ella rápidamente identificó mi sarcasmo y tratando de ignorarlo dijo:


- Espero que hayas aprendido la lección...


- ¿A qué te refieres - dí un sobresalto, ella acercó mi plato a la mesa y con una voz seria me respondió:




- Pues tú nos odiaste por cambiarte de escuela y sé que no es fácil - lanzó una sonrisa - Pero, teníamos que hacerlo y en vez de apoyarnos a que fuera más fácil, sólo te enfureciste, hiciste un drama amenazando que: "no irías a la nueva escuela".



- Claro, soy el malo - La interrumpí fruncido el ceño, trató de seguir e ignorando mi respuesta grosera:



- Así que te inscribimos tarde al incio de las clases y por consiguiente te compramos todos los implementos escolares esta semana.

Esta palabras encendieron mi ira y empecé a hechar humo, ¿Porqué qué se atrevieron? ¿Qué sean creído?.




- ¡Qué diablos les sucede! - Lanzé el plato contra la mesa - ¡¿Acaso mi educación es un maldito juego?!

Ella no se dejó intimidar y exclamó diciendo:



- Cálmate y no te dirijas así hacia mí, contrólate jovencito - Puse los ojos en blanco me levanté de la mesa, dejé mi plato en el lavatrastes.



- Lo que me faltaba- murmuré entre dientes. Mi madre trataba de contener el momento y suavemente dijo:



- ¿A dónde vas? - señalando mi plato de comida.

Yo me encontraba furioso, apunto de estallar, no podían entrometerse en mi educación así por así, tardé en asimilar que me sacaron de la escuela privada y no hay nada que lo justifique 《Sí lo hay》 afirmó mi subconsciente.




- ¡Respóndeme cuando te hablo jovencito! - gritó mi madre apunto de perder los papeles.


- Me voy a la escuela, a esa maldita escuela de porquería a la que me transfirieron, ella con lágrimas en los ojos me respondió:

- Tú te lo buscaste, tú y esa actitud, la misma actitud que tu padr... - se detuvo al darse cuenta que estaba apunto de decir una barbaridad. - Discúlpame no quise - se llevo la manos al rostro.



-Claro, mete a mi padre en esto, el siempre tuvo y tiene la culpa ¿no?.



- Hijo mío, eso no es lo que quería decir - acercó su mano a la mía y yo la aparté.

- Tengo que irme, que te vaya bien en el viaje a casa de los abuelos, al menos ya no tendré que verte por una semana - lanzé una mirada de dolor y molestia, dándole la espalda y salí a la puerta.


Amor + Tiempo = ¿Olvido?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora